Casa Sforza / Taller de Arquitectura X / Alberto Kalach
Ubicada frente a la Costa del Pacífico e inmersa en el paisaje de La Barra de Colotepec, en el estado de Oaxaca, México y diseñada por el arquitecto mexicano Alberto Kalach, la Casa Sforza surge a partir de los valores de ser conscientes con el entorno a partir de la contemplación y el respeto del medio ambiente que se describe como un “(…) paraje de la costa oaxaqueña –donde el delta del río Colotepec converge con el mar– los sabinos, los mangles, los tules y los robles abrazan este exuberante refugio para privilegiar un reencuentro con lo esencial y la belleza natural sin artificios.”
La edificación se compone de tres volúmenes que se conectan con un corredor pergolado en donde transita una fina línea cóncava que guía al visitante hacia una especie de luna de agua turquesa que se hunde en cuatro escalones. Estos volúmenes se componen de diez bóvedas de cañón corrido que miran de frente al mar del Pacífico, otorgando espectaculares atardeceres en tonos rojizos y facilitando las dobles o triples alturas así como la correcta circulación del aire siendo la costa de Oaxaca un sitio con clima tropical cuya media anual oscila en los 20ºC.
Tanto los espacios interiores como exteriores, están diseñados integralmente siguiendo el concepto general y los tonos terrosos en donde los tabiques y los recubrimientos hechos en la región parecen estar hechos de la misma arena de la costa. Por su parte, las vigas de concreto y madera intersectan los volúmenes para jugar con las distintas alturas que permiten interesantes momentos de contemplación a distintos niveles en diferentes atmósferas compuestas por la temperatura del sitio, el recorrido solar así como la experiencia visual y sonora del ir y venir de las olas.
De la misma forma, se aplica una cancelería de madera hecha a medida de cada arcada con pequeñas persianas que brindan privacidad sin cegar del todo la mirada al paisaje y que permiten a su vez, la circulación del aire para crear un clima más agradable al interior de cada una de las once habitaciones que se dividen en junior, senior y master. Siguiendo esta línea, el mobiliario fijo como lavabos y bañeras dan la impresión de haber sido tallados en el sitio como si el edificio en general, se tratara de una piedra hallada in situ y esculpida para ser habitada.
Por otro lado, como lo apunta el emprendedor Ezequiel Ayarza Sforza, dueño de Casa Sforza: “Los ambientes interiores se conforman con piezas provenientes de regiones reconocidas por sus oficios artesanos, como tapetes de Teotitlán del Valle, textiles del Valle de Oaxaca, hamacas, sillas y cortinas de Yucatán y lámparas de palma de Veracruz, los cuales se combinan con elementos decorativos y amenidades provenientes de la sierra oaxaqueña, donde son elaborados por alfareros, ceramistas, ebanistas, agricultores y apicultores, en los talleres de Pueblo del Sol –proyecto de producción sostenible cuya continuidad es posible gracias a las contribuciones y al amparo de Casona Sforza.”
Siendo este un proyecto diseñado de forma integral como se apuntó en párrafos anteriores, se hace un énfasis en la gastronomía del sitio la cual adquiere un papel importante reflejando una responsabilidad ecológica y social, es por eso que se apuesta por una propuesta culinaria basada en el principio farm to table, garantizando la frescura de los ingredientes de cada platillo, los cuales provienen de huertos de productores locales que respetan los ciclos de cosecha estacionales y no intensivos.
