Arte

Las 6 obras menos conocidas de Gaudí

La Sagrada Familia es el monumento más visitado de España. Año tras año, más de 4.5 millones de personas viajan al corazón de Barcelona para conocer la obra maestra de Antonio Gaudí, iniciada en 1882 y aún en construcción 138 años después.

El Park Güell, la Casa Milá o la Casa Batlló son otros de los edificios más buscados por turistas en la Ciudad Condal para conocer en primera persona la obra del arquitecto que llevó a otro nivel el naturalismo, combinándolo con el gótico y un toque de modernismo. Su amor por las ciudades lo llevó a construir impresionantes obras.

Pero al margen de su popularidad, existen otras construcciones con menos reflectores pero igual de espectaculares que las más conocidas de Antonio Gaudí. Estas son 6 obras del genio catalán que no reciben millones de turistas como otras, pero son parte de su legado.

Gaudi Bodegas Guell

Bodegas Güell

Construidas en 1895 como encargo de su gran mecenas, Eusebio Güell, las Bodegas fueron una de las últimas obras de Gaudí con influencia neogótica antes de dar el salto decisivo al naturalismo. Ubicadas en Garraf, una comarca al sur de Barcelona, se trata de un complejo con dos edificios, un pabellón y las bodegas.

Aunque este proyecto no guarda un parecido notable con ningún otro edificio gaudiano, el techo de dos aguas y los remates de las chimeneas que posteriormente serán un sello en la arquitectura de Gaudí aparecen inspirados por las pagodas orientales, un legado de su primer periodo creativo que dota de identidad al complejo.

Jardines Artigas Gaudí

Jardines Artigas

El Park Güell no es el único jardín diseñado por el catalán: a un par de horas de Barcelona y a un paso de la frontera con Francia, los Jardines Artigas son una joya desconocida de Gaudí.

Construido en 1905, este paseo rodeado de vegetación corre en el mismo sentido que el río Llobregat y a través de puentes de madera y piedras que simulan creaciones naturales como las estalactitas, ofrece un recorrido tranquilo donde el agua es protagonista, mientras que animales tallados por el arquitecto aparecen en el camino.

Casa Bellesguard Gaudi

Casa Bellesguard

También conocida como la Casa Figueras, se trata de una residencia cubierta de piedra levantada sobre el terreno que alguna vez fue una fortaleza medieval. Aunque Gaudí inició el proyecto en 1900, lo abandonó 9 años después cuando estaba a punto de concluir, por lo que los rasgos del periodo gótico del arquitecto son visibles.

La cruz de cuatro brazos en lo alto de la torre, el dominio de la herrería que da forma a rejas y ventanas y hasta algunos vitrales incrustados en ventanales dan forma a un complejo levantado por pilares cilíndricos, con bancas de trencadís y mosaicos, todos elementos característicos de las obras de Gaudí.

Gaudi Casa Miralles

Finca Miralles

Mientras construía Casa Calvet en 1901, Gaudí recibió el encargo de construir una casa para un un industrial que finalmente fue ejectuada por un ayudante; sin embargo, el arquitecto catalán se encargó completamente del perímetro, del que aún hoy se conserva la mayor parte.

Formado por bloques de cerámica irregular con trencadís blanco, las paredes ondulantes que serpentean a traves del perímetro revelan el dominio de la herrería, un material ocupado por Gaudí hasta hacerlo lucir completamente maleable, al grado que parece adaptarse a las exigencias curvas del complejo con naturalidad.

Gaudi Casa Calvet

Casa Calvet

Aunque se trata de un edificio poco concurrido por turistas en Barcelona, la Casa Calvet fue el único proyecto por el que Gaudí recibió un premio durante toda su vida.

Construida en 1989, se trata del primer complejo residencial del arquitecto y su fachada de piedra arenisca deja entrever elementos funcionales y decorativos que aparecerán con mayor frecuencia en las posteriores Casa Batlló y Casa Milá.

Al igual que en sus dos residenciales más conocidos, cada uno de los departamentos fue pensado de forma distinta y con la máxima atención al detalle por el arquitecto, que diseñó sillas, bancos y una mesa, además de la mirilla y otros detalles de las puertas.

Casa Botines de Gaudi

Casa Botines

Una de las obras más peculiares de Gaudí no se encuentra en Barcelona, sino en León y su fachada es una de las más portentosas del arquitecto catalán.

Con torres cilíndricas en las esquinas, la casa construida en 1891 carga con una influencia medieval que responde tanto al lugar donde fue concebida, como al periodo neogótico de Gaudí. Aunque dista de otras construcciones previas, los acabados de madera del interior completamente modernistas contrastan con la fachada gótica, que muestra otra de las facetas y la capacidad de adaptación de la arquitectura gaudiana fuera de su ciudad natal.

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