Editorial

RECUPERAR…

Mucho se habla de lo mal que están las cosas, que todo va mal, nadie paga, poca compra, todo está retraído. Tal vez sea verdad una parte de eso, pero no hay que olvidar las “profesias auto cumplidas”: entre más mal se vean y se conversen las cosas, más mal van a ir. Es una bola de nieve que puede descontrolarse con consecuencias imprevisibles. Porqué mejor no hablar del hermoso clima que estamos disfrutando, en esta parte del hemisferio norte de América, de la riqueza cultural que estamos acumulando y disfrutando, de la capacidad, admirablemente independiente que están desarrollando los nuevos jóvenes. Más comedia y menos tragedia.

La resilencia es la capacidad de recuperación después de un golpe inesperado. Uno cree comportarse conforme lo planeó, pero tal vez, una serie de casualidades fuera de control se confabulan para que las cosas salgan de otra manera, a veces favorablemente, a veces no.

Un auto de la Fórmula Uno es un poema, mecánico y de diseño, no hay un milímetro cuadrado desperdiciado, todo cumple una función, nada está de más. Esa eficiencia tiene un valor y un costo, pero tal vez, ese ejemplo pueda ser replicado de una forma más económica, simplificando y tropicalizando soluciones complejas y lográndolas más simples. 

Sacar inspiración de las obras de otros no es plagio, es énfasis respetuoso de una buena pieza producida por otro. Es ampliar y estelarizar un pensamiento, un concepto, una forma, que además puede llegar a mejorar, ampliar y reciclarse,  de atender diversas actividades. 

Los resultados del trabajo de una persona mayor pueden ser más satisfactorios, pues él o ella ya no tienen tiempo ni les interesa mentir o engañar, y sí les interesa quedar bien, para seguir obteniendo trabajo, actividades para mantenerse en movimiento, alerta e inconforme. Eso ya es parte de su legado.

Respetar la vulnerabilidad, la fragilidad y el desamparo de una mujer, que a riesgo de su propia vida, valientemente enfrenta las circunstancias. Tienen el valor de lidiar con la realidad. Sin embargo,  da tristeza enterarse que otra joven mujer, madre de dos niños, muere por una Liposucción emproblemada. Mujeres, no lo intenten! Hay riesgos. Sí, la genética es inexorable, caderas?, caderas! Pero mucho del cuerpo se puede esculpir con ejercicios y nutrición asesorados. El culto al cuerpo es válido, los griegos y los romanos lo practicaban, y crearon la civilización. Debes estar bien físicamente, de acuerdo a tu edad, para sentirte bien y actuar bien. Extraer fragmentos, cercenar ideas, combinaciones inauditas, renovar significados, enriquecer la profundidad y el alcance de las cosas. “Colgarme” de ideas ajenas con una nueva visión e interpretación, una vida nueva, una mayor utilidad. El poeta hace que el mundo se vea más nítido, más intenso, más cruel. Hay poesía en la música, en la arquitectura, en la pintura, en la danza. La poesía es la madre de las artes. Una libreta vacía es una promesa, un lienzo en blanco, una posibilidad de movimiento. Un verbo implica acción, un adjetivo: cualidad.

Solo porque seas realmente bueno en algo, no significa que sea lo único que puedas hacer. Debes tomar decisiones estratégicas, encontrar uno o varios propósitos de vida. La envidia no produce placer, es destructiva. Es una condición prevenible, si sabes leer las señales. O, puede ser la historia de algo que no fue, una que todos tenemos, porque las ilusiones son lo mejor de la vida. Pero, no caer en esa mirada profundamente melancólica, de la soledad y la degradación física de la vejez. El manejo personal de las soluciones se enriquece al intervenir otros ojos, otras mentes, se incrementa el valor del producto.

Tengo la teoría, de que buenas ideas surgen en el cuarto de baño, en la ducha, al lavarse la cabeza frotándola, estimulas las apariciones mentales, atrapar los momentos elusivos,  furtivos e irrepetibles, dignos de ser dichos, y dando vida a los tiempos muertos, leyendo, escribiendo, pensando. Atreverse a escribir en primera persona, yo, es más íntimo pero está desprestigiado, por el supuesto culto al ego.  

Descubrir, al término de una tarea, una pieza, un artículo, que quedas como exhausto con un vacío placentero, pero atormentado por lo que pudo faltar, o no haber sido claro, pero con otros ojos al mundo.

Somos polvo de estrellas (Carl Sagan)

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