Editorial

Desaparecer…

La muerte está de moda. Nadie quiere hablar ni pensar en ella pero pocas veces ha estado tan presente en el contexto social. Conviene tener conciencia de lo real e inevitable que es, y pues sí, puede producir depresión y angustia. Aceptarlo es mostrar el recorrido del aprendizaje de toda una vida. Morir es inevitable, a unos los acompaña toda la vida, a otros no. La perplejidad de no saber cuándo llegará quizá sea el motor mismo de la existencia. No deseamos ni queremos pensar en ella, pero nuestra permanente precariedad se encarga de recordarla, si, ahí está… nada vale ignorarla. Tal vez, hasta verla con cierta alegría, pues también puede ser una liberación. El mejor invento de la vida es la muerte dijo Steve Jobs. Renueva y hace renacer a la naturaleza en su eterno ciclo cósmico. La muerte de las estrellas da vida a nuevas estrellas. El hecho de no pensar en ella no la va a hacer desaparecer, tal vez superar la partida de un ser querido es un poco prepararnos para la propia.

micolc: “Dream a little dream each day. ”

Pude comprarlo todo, menos el tiempo, tratando de no perder la esperanza incluso en los últimos años de vida. Todos deseamos en mayor o menor medida dejar huella de nuestro paso por esta tierra, sabemos que el tiempo se encargará de borrarla más temprano que tarde, pero es una inocente, temporal e inútil parodia, un intento de no morir del todo. Las lecciones de vida deben ir acompañadas de lecciones de muerte. La experiencia de toda una vida en la que sea posible mostrar un poco de entereza. En todas las etapas de mi vida siempre he llegado tarde o siempre las cosas me han llegado tarde, lo que no quita que siempre haya sido muy puntual. Retroceder en el tiempo y alentar el cuestionamiento ajeno al propio comportamiento para sujetarse a revisión. Yo si quisiera creer que después de esto si vamos a cambiar un poco, más que nada porque el retroceso y el decaimiento económico inevitables nos van a llevar a los extremos opuestos.

No solo es dejar arreglados tus asuntos antes de partir, también es dar una aceptable imagen al asumir el hecho y no hacer un drama de ello. Claro, no es fácil y estamos conscientes de que es el último acto de una persona. Dar el tono discordante no es sencillo ante la fragilidad de la existencia misma. Prepararse para ese momento, y preparar a los allegados, que son ellos los que van a descansar, eventualmente. Lo que más me preocupa de morir es la “lata” que voy a dar, deshacerse del bulto no es una tarea fácil, además de las posibles complicaciones de salud y cuidados previos. Mucho tiene que ver en esa deseable tersura al partir es el hecho de haber vivido una vida aceptablemente honorable y haber tenido algunos logros personales y profesionales, en la que ayudar a otros a superar las adversidades pueda ser una de las mayores satisfacciones posibles.
No solo están falleciendo los viejos, hay muchos casos de jóvenes que enferman y mueren. Se están presentando casos de parientes de hospitalizados graves que no se pueden acercar a sus seres queridos enfermos, y ni siquiera pueden despedirse de ellos en caso de muerte. Terrible recordar, o siquiera pensar en las personas que durante tu vida, por una razón u otra, vas dejando en el camino a su suerte y sin mayores explicaciones. Dicen que al morir, toda tu vida se despliega ante tus ojos, tal vez ahí vuelvas a ver y quizá puedas pedir perdón a esos personajes. Nunca sabes cuándo será la última vez que veas a alguien, o cuándo será la última vez que alguien te vea a ti. Qué hay allá… No lo sabemos, para saberlo hay que esperar hasta emprender el viaje sin retorno.

L'image du jour : La route de la mort à Huang Shan en Chine

Algunos consideran a la poesía como una negación del tiempo, en donde el elusivo presente es la inmortalidad. Un gozo momentáneo. Teníamos tanto que decirnos que nos quedamos en silencio, y al querer hacer lo que no puedes hacer, estás ante el peligro de perder la sustentación, tal vez sea más conveniente dejar las cosas como están.
Ahora es muy importante incrementar el apoyo a la educación de los jóvenes, ellos son quienes disponen de más tiempo para burlar temporalmente a la muerte. Así, son muy positivos los esfuerzos de educación en el trabajo manual, la habilidad de ensamblar y crear cosas al alinear las cadenas socioeconómicas. Ejemplo de ello son las escuelas técnicas, que con un esfuerzo silencioso y modesto están forjando un mejor futuro. Hoy muchos de los que estamos encerrados estamos haciendo trabajo manual. Este es un buen momento para darle apoyo y proyección a las habilidades manuales, que permitan una justa superación de los menos favorecidos. Eso sí es dejar huella!
Sabernos mortales como especie pero no querer morirnos como personas es lo que nos individualiza a cada uno de nosotros (Miguel de Unamuno)

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