Editorial

REGRESAR…

Es como cuando éramos niños al regresar a la escuela después de las vacaciones largas, todas y todos habíamos cambiado un poco, era triste constatar el paso del tiempo en maestros y compañeros. Siempre, al principio de un regreso es más complicado entender las señales, el motor está frío, los subsistemas se resisten a funcionar, el rumbo no es claro. Paciencia, tolerancia y apoyo solidario a los más vulnerables. Si en la normalidad son difíciles las relaciones humanas, ante emergencias es previsible que sean más complicadas, las cosas se hacen con más reservas e inseguridad. Hay que cuidar que al liberarse las prohibiciones, no vaya a aparecer una nueva ola de contagios, es como los caballos cuando salen del corral, brincan, relinchan y corren. Regresar a las rutinas y costumbres, con orden y paciencia, observando las medidas de higiene, las distancias mínimas evitando el contacto físico, a renovar relaciones y amistades, a escuchar historias tragicómicas. No es lo mismo el regreso que la recuperación, esta es más lenta.

Pero hay un drama más profundo. El de las y los que viven solos y tienen hambre de contacto humano, un abrazo, un apretón de manos, un beso son curativos. El contacto social estimula la liberación de opioides y oxitocinas del cerebro, que refuerzan el sistema inmunológico y reducen la frecuencia cardiaca. Cuando el cuerpo es privado de algo que necesita lo siente y lo imagina. Si no somos recompensados nuestro cerebro no libera Serotonina y sin ella podemos sentimos infelices y deprimidos. Ése hambre de tocar y ser tocado hace que algunos se entrelacen y acaricien sus propias manos para recordar el contacto de la piel, una mascota puede ayudar pero no es lo mismo. Según los terapeutas una persona debe ser abrazada un mínimo de 10 veces al día. El contacto humano es el primer sentido emocional al nacer, y el último al morir. No siempre el contacto humano es bienvenido. Hay países que acostumbran el saludo hombre-mujer de beso en la mejilla, pero hay mujeres que no soportan a un untuoso patán, para ellas esto ha sido un alivio.

Algo notable de la emergencia es la confirmación de la incapacidad, soberbia e ignorancia de los líderes populistas en el manejo de la situación. Sirva esto para confirmar el fracaso de este sistema que solo ha producido más pobreza. Ah! Pero cómo se puede equivocar la inteligencia al ejercer un voto equivocado en la democracia. Deberían de haber más filtros y condiciones a los candidatos. En la debacle económica que ya está aquí, hay un poco de esperanza en la llamada demanda contenida, que se refiere a las compras e inversiones pospuestas en meses anteriores. Respeto al que se atreve, al que no le teme al ridículo y al error. Es mejor arrepentirse de haber hecho algo mal, que de no haber hecho nada.

“Andábamos sin buscarnos, sabiendo que andábamos para encontrarnos”

(Julio Cortázar)

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