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Errores que sólo los expertos han notado en las obras de arte más famosas

Desde el «David» de Miguel Ángel, la “Primavera” de Botticelli o “La ronda de noche” de Rembrandt, incluso los más grandes del arte también dejaron algunos errores en sus obras más famosas.

Normalmente se considera que el arte es una representación de la realidad y que las expresiones artísticas intentan imitar la naturaleza o aquello que rodea a los artistas, una labor que desde tiempos antiguos decenas de pintores, escultores, arquitectos y otros maestros han conseguido, dejándonos algunas de las piezas más importantes en la Historia del arte. 

A pesar de que el arte en buena medida aspira a ciertos estándares de belleza o estéticos, lo cierto es que al tratarse de una creación humana, el arte también puede estar plagada de la imperfección del hombre y a pesar de su mérito artístico, en algunas obras de artes canónicas es posible encontrar diversos errores tan nimios que en algunos casos han pasado años antes de que cualquiera se percatara de ellos.

Enseguida te presentamos 10 de los errores en las obras de arte más famosas que pocos habían notado: 

Caravaggio, Los discípulos de Emáus, 1596-1602

También conocido como la Cena de Emáus, esta obra de Caravaggio es una de las grandes muestras del claroscuro, técnica que el artista italiano dominó y por la que aún es un referente obligado. Sin embargo, algunos han notado un pequeño desliz en esta pintura, en la que la cesta de frutas aparece justo al borde de la mesa, lo cual algunos han descrito como un desafío de la física pues dicha cesta se voltearía por efectos de la gravedad. 

los discipulos de emaus

Théodore Géricault, Derby en Epsom, 1821

Esta inocente pintura del Derby de Epsom en Inglaterra, que es una de las carreras de caballos más prestigiosas incluso hasta nuestros días, podrá parecer bastante normal para quien la mire, sin embargo, contrario a lo que muchos habrían imaginado, el galope de los caballos en esta obra resulta ser lo menos realista de ésta, ya que ahora sabemos que aunque en determinado momento los caballos tienen sus cuatro patas en el aire, simplemente no galopan de la forma en la que Géricault los pintó. 

derby en epsom gericault

Miguel Ángel, David, 1501-1504

Posiblemente es la escultura más famosa de Miguel Ángel y en la que se reconoce que el artista tuvo que trabajar con la base del mármol en sus manos para definir la postura de su personaje. Sin embargo, si quisiéramos comparar las proporciones del David con las de un humano descubriremos que no es lo más correcto como tal. Sin embargo, más allá de esta cuestión de perspectiva, algunos apuntan que Miguel Ángel no pudo esculpir un músculo en la espalda del David, además de que los ojos de la escultura miran hacia direcciones distintas, un detalle que sólo es visible desde cerca puesto que a la distancia el David es una escultura que se acerca a la perfección.  

david de miguel angel

Miguel Ángel, Moisés, 1513-1515.

Más que tratarse de una cuestión específica de Miguel Ángel, la figura de Moisés con cuernos es un simbolismo que proviene de un error de traducción del hebreo al latin, en el que por mucho tiempo se representó a Moises como un hombre “cornudo”, cuando en realidad se refería a que Moisés resplandecía. Del mismo modo, se dice que en tiempos antiguos la metáfora era comprendida y que con el paso del tiempo se tomó de una forma tan literal como los dos cuernos que Miguel Ángel puso sobre la testa de Moisés.

moises de miguel angel

Edouard Manet, Un Bar del Folies-Bergère, 1882 

Se trata de una de las obras más representativas de Manet y del impresionismo, en el que el autor retrató un lugar icónico de París, el Folies Bergère. Sin embargo, más allá de la mujer al centro de pintura, lo cierto es que el reflejo a su espalda cuenta una historia muy distinta a la que el pintor plasmó sobre la barra, en el que los expertos se han debatido sobre la postura de las botellas, la dirección hacia la que la mujer está viendo y otras discrepancias con el reflejo del espejo que aún no sabemos si fue un error o si Manet lo pintó a propósito de tal forma. 

Un Bar del Folies-Bergère manet

Rembrandt, La ronda de noche, 1642

Además de su valor artístico, este cuadro ha sido víctima de diversos accidentes y hasta intentos de destrucción que de observar una imagen de alta calidad es posible notar la ardua labor de restauración que ha tomado esta obra de Rembrandt. Más allá de las peripecias que han rodeado a la obra, para aquellos con más ojo para el detalle habrán notado que el Capitán Frans Banning Cocq sostiene con su mano derecha un guante para una mano derecha, otro error que los expertos no saben si fue un desliz o si se trató de una pequeña burla.  

la ronda de noche rembrandt

Andrea Mantegna, Lamentación sobre Cristo muerto, 1457-1501 

Cuando se trata de esta obra, se dice que es un ejemplo del fallo en las proporciones del personaje principal de Mantegna, en el que la cabeza y brazos en relación con las piernas hacen que de estarlo viendo de frente y de pie haga a este Cristo un hombre con unas piernas muy cortas y un pecho mucho más largo y ancho y de una cabeza muy, pero muy desproporcionada. Si acaso, este tipo de juegos con la perspectiva solían tener el objetivo de llevar la vista de los espectadores a los puntos centrales de la obra, más que de tratarse de un error per se. 

Lamentación sobre Cristo muerto mantegna

Sandro Botticelli, La primavera, 1481-1482

Botticelli a pesar de su maestría, no será un artista que sea recordado por ser anatómicamente correcto o exacto, de hecho, en esta obra de Botticelli ha sido analizada y las imperfecciones han relucido para muchos, en especifico cuando se trata de los pies que éste retrató. 

la primavera botticelli

Sandro Botticelli, El nacimiento de Venus, 1482-1485

Sin embargo, las imperfecciones trascendieron a otras obras, como en este en el que también se observan detalles en los pies y en los dedos de los pies de sus personajes como los pies hinchados, con un empeine muy alto y dedos desproporcionados, así como un cuello bastante grueso y largo. 

el nacimiento de venus botticelli

Jean-Auguste-Dominique Ingres, Condesa de Haussonville, 1845

Y cuando se trata de proporción y anatomía, existen otros ejemplos cuyos errores son aún menos visibles a simple vista, como este retrato de Ingres en el que el brazo derecho de la condesa es aparentemente más grande de lo que debería ser y demasiado abajo. Del mismo modo, en el reflejo del espejo se puede ver el dedo que toca su cuello, a pesar de que no debería ser visible. 

ingres Condesa de Haussonville
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