La «Casa Negra» es parte de un conjunto arquitectónico de dos edificios residenciales, ubicados en un popular barrio suburbano de la ciudad de Mainz. La densidad de construcción admisible y la forma del techo inclinado eran requisitos de construcción en la parcela.
El diseño delgado de la casa permite un uso agradable y generoso del jardín, respetando totalmente la vegetación existente con sus impresionantes robles y pinos de edad.
La planta baja con una altura de techo aumentada ofrece un espacio generoso para cocinar, comer y vivir el tiempo de calidad, claramente separado de la zona de amortiguamiento con espacio técnico, sanitario y de almacenamiento.
El enorme acristalamiento con puerta corredera une la sala de estar y la terraza del jardín. Una caja independiente crea un área de entrada cómoda con un armario en la parte delantera de la casa. Además contiene elementos de la cocina y esconde un amplio trastero en el interior.
Debido a la pequeña área de terreno disponible y las tres habitaciones individuales deseadas para los niños, el piso superior revela una mayor densidad. La máxima utilización del espacio se logra mediante el uso de puertas correderas ocultas: el corredor sorprendentemente se convierte en parte del baño para los niños, además se genera una unidad separada para los padres. Las camas tipo loft adicionales debajo del techo permiten más espacio para jugar.
La posición asimétrica de la cresta refleja el estricto plano del piso con una pared divisoria de extremo a extremo. Los arquitectos deciden cubrir el techo con tejas oscuras y mezclar el color de la fachada para obtener el aspecto monolítico de la casa. Los muros de carga están construidos con ladrillos aislantes sostenibles y energéticamente eficientes. Las ventanas artesanales están hechas de madera de alerce natural.
La rentabilidad y la apariencia monolítica deseada se aseguran individualizando y mejorando los detalles de construcción estándar. Paradójicamente, la impresión de un conjunto arquitectónico unido se logra mediante el uso de colores opuestos para las dos casas, además de detalles de construcción similares. Los viejos robles entre los dos edificios se convierten en el corazón de la llamativa composición.
