Editorial

SOBREVIVIR…

Las mujeres están hoy en el centro, bueno, siempre han estado, pero hoy aparecen en todos los escenario, y ya están tomando lo que les corresponde en justicia simplemente humana.
Es que, ¿qué haríamos sin ellas? son el principio y el final de todo y lo saben, no son tontas…

Tal vez no hay mayor placer para un hombre que ser aceptado por una mujer, con todas las reservas del caso, como amigo, como compañero, cómplice , socio, cliente… Con sólo una mirada transforman el mundo, tienen la fragilidad de un colibrí y la fuerza del águila. Los abusos que han sufrido desde siempre, son una vergüenza para todo el género masculino, sí, para todos… y éste resurgir de la mujer (porque ya vivimos en matriarcado) es una muestra de su poderío. Ya es tiempo de que tomen ciertos liderazgos con respeto igualitario de los hombres, quienes no lo hemos hecho muy bien hasta ahora, y ellas tienen, en su rechazo
voluntario a tal o cual relación o situación, el poder total. Pero deben tener cuidado pues en ocasiones, es relativamente fácil engañar a una mujer con un comportamiento actuado, pues su problema, y también su gran cualidad, es que saben amar, aman demasiado, y a veces demasiado pronto, eso en ocasiones las ciega y no perciben fácilmente la maldad. Está en su
naturaleza ser así, por el solo hecho de ser las procreadoras de vida. La ignorancia genera más confianza que el conocimiento. Deben entrenarse en el uso de los atajos mentales. No podemos vivir sin ellas, nos dieron el primer rubor del primer amor.

“El nueve nadie se mueve” valiente movimiento de conciencia que inmovilizará a las mujeres mexicanas este 9 de marzo, y se puede pronosticar un contagio positivo (si puede haberlo) a otras latitudes. Será seguramente transformador y estimulante. La globalización magnifica los
conflictos locales… tal vez, será como encontrar esperanza en las ruinas de lo que está sucediendo. Y para no ser demasiado afectado por este deterioro generalizado que observamos en nuestras sociedades, podríamos intentar: a) frecuentar la presencia de personas, pensamientos e imágenes inspiradores, b) buscar y difundir las cosas que nos divierten y nos hacen reír, c) hacer ejercicio con vida exterior, al sol y al aire, d) escuchar compartir música de calidad, y comer y beber solo lo necesario, e) estar activo siempre, casi hasta el agotamiento, haciendo productivamente lo que más te gusta hacer, f) mezclar las actividades rutinarias alternando lo tedioso (que se debe hacer) con lo creativo y lúdico, en una sinergia retroalimentadora, g) sorprender agradablemente a alguien con algo que no esperaba, un reconocimiento, un estímulo, una sonrisa puede ser suficiente, h) establecer un flujo con una mezcla de dudas y certezas, de modo que se vaya asentando por si sola una realidad, en lo posible tersa, ordenada y aceptable, i) meditar, con toda la dificultad que es “ponerte en blanco” ante esta avalancha de estímulos externos en que vivimos, evitando
daños al interrumpir las líneas del pensamiento que están activas, j) no angustiarse por las cosas sobre las que no tenemos control, y k) hacer las cosas inmediatamente, “ahorita” decimos en México, lo que tengas que hacer hazlo en este momento y luego, pasar a otra intervención.

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Me gusta y admiro a la gente que siempre está haciendo algo, que está muy ocupada, que trabaja de 8 a 8 todos los días, aspiro a ser así, sin demasiadas presiones cumplir el expediente y avanzar en lo que se está elaborando, cumplir lo pactado y respetar a los demás con el mejor servicio posible. Se puede influir o inspirar, o dar un mal ejemplo a alguien más joven. Hay ahí
un compromiso que se acrecienta con la edad. Un deber de apoyar y asesorar a los jóvenes (que lo pidan) con disposición. Es encantador escuchar decir “porque no tengo tiempo” En las últimas escenas de la película “El Padrino”, en la huerta acompañado de su nieto y antes de
caer muerto, Marlon Brando dice…”nos faltó tiempo”, y sí, a todos nos va a faltar tiempo al final. Ante la muerte y en la autopista, todos somos iguales.

Apostando a un encuentro casual, y aunque el rechazo es parte de la vida, pues la elocuencia no siempre es verbal, también es facial y corporal, y como para el hambre no hay pan duro, la confianza es algo muy difícil de ganar pero también es muy fácil de perder.

Puedes crear un gran significado a tu propia vida, ayudando a alguien a hacer lo que le gusta.

(Rodolfo Estrada Alcorta)

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