Editorial

CONDUCIR…

«Las afirmaciones extraordinarias exigen evidencias extraordinarias.» (Carl Sagan)

Vivimos en el culto al automóvil, tal vez el objeto de mayor influencia desde el siglo pasado, y que es también aspiracional. Todos hemos deseado tener un auto por la independencia, estatus y libertad que otorga. Conducir un auto refleja mucho de una persona. En algunas ciudades latinas la agresividad se manifiesta, ya casi es socialmente tolerada, practicada y
permitida, no es solo un pésimo ejemplo para niños y jóvenes. Es un peligro mortal cada vez que sales a las calles.

Las más bajas pasiones; la ira, la envidia, la soberbia y el peligroso uso del teléfono celular están presentes en algunos conductores que encontramos en nuestras ciudades, actitud que podría explicarse por una baja autoestima e insatisfacción personal, también influyen, la pésima calidad de las vialidades, señalizaciones e iluminación, el calor, el sol y la lluvia. Es sorprendente la prisa y la velocidad con que te rebasan, como si fueran a cobrar la lotería ¿Tendrán tanta prisa? o simplemente desean mostrar una superioridad producto de lo contrario.

La educación familiar es fundamental, si el niño o el joven ve que sus padres son ventajosos, agresivos y despreciativos, van a repetir la historia, y entonces sí, sálvese quien pueda. Permitimos un comportamiento negativo que va a hacer crisis muy pronto. Debemos tomar acciones para mejorar la actitud de muchos conductores.

He sugerido a las autoridades de mi Municipio, emprender una campaña de concientización vial, desarrollada a base de letreros discretos, originales, luminosos y sustentables, ubicados en las vialidades principales, conteniendo mensajes disuasivos dirigidos a los conductores, para propiciar una mejor actitud que nos beneficiará a todos. Está disponible el “dummy” de esta idea que puede ser aprovechada por cualquiera. Es una campaña de bajo costo, y de ser bien diseñada, seguramente hará la diferencia al ser de gran impacto.

Conducir es también encauzar tu destino, no dejar de luchar y buscar la manera de dejar huella, no por soberbia, por memoria. Demostrarte que sí, efectivamente sirves para algo, eres útil en tu micromundo. Ser amable, paciente, poner el ejemplo. Retratar emociones positivas que no son evidentes para todos.

No entiendo cómo se promueve la conducción autónoma de vehículos automotores, si lo que falta son empleos. En los EUA el trabajo con mayor número de personas ocupadas es el de chofer de tráiler. Las investigaciones recientes de Gallup indican que en todo el mundo crecen: la ira, la tristeza y la desesperación.

En diseño, evitar los espacios sobrecogedores e intimidantes. Intentar los espacios en los cuales el usuario se sienta único e importante. El orar frente a un muro que apunta a una dirección o ubicación es usual en las religiones judaica y musulmana, y es una muestra del valor y la importancia de los espacios arquitectónicos en la espiritualidad humana.

La repetición lleva a la perfección. Puede haber otras opiniones pero la verdadera arquitectura es la que no se nota, la que permite que la función del espacio cumpla con lo esperado. Prácticamente debe ser invisible, esto es que no distraiga y atemorice, pero que contenga la emoción de un espacio pleno y claro, y que en forma de un reto neutro, inspire.

Algunos “alardes” arquitectónicos en las fachadas de edificios de cierta altura pueden ser; las esquinas sin apoyo, luz y vista a 90 grados, ventanas en esquina que manifiestan ligereza y misterio (¿Dónde se apoya?). Una esquina de fachada representa 2 diferentes tratamientos, por orientación y vistas, pudiendo tener el mismo material sólido de fachada, y lograr
continuidad y volumen. Y la esquina de las ventanas de cristal doble a hueso (sin perfiles o manguetes). Algo diferente a las ya muy vistas “cajas de cristal” en cuyo interior, y a pesar de contar con cristal doble de seguridad, al acercarse producen vértigo y demasiada exposición solar y visual. Que es lo más rápido y económico, si, lo es.

«Morir joven. Tan tarde como sea posible.»(George Bush Sr.)

Jaime Claudio Pérez García

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