Arte

8 Pinturas que necesitan una explicación

En ocasiones observamos con detenimiento las pinturas de los más famosos, admiramos la técnica, pero no sabemos qué significan

*Este artículo fue publicado originalmente por Julieta Sanguino el 4 de diciembre del 2015 y ha sido modificado

En ocasiones observamos con detenimiento las pinturas de los más famosos, admiramos la técnica, los trazos que vemos en el lienzo, cada pincelada y cada color que componen con maestría esa escena, ese momento en el que no hay nada más que nosotros con el cuadro. Pero a veces no entendemos más de lo superficial, somos víctimas de la ignorancia y nos quedamos con la duda de no saber qué significa en realidad.

Desde el Renacimiento hasta la pintura moderna, existen cuadros que tienen mucho más que lo superficial, son grandiosos tanto por la técnica que poseen como por el deseo oculto o la perversión que hay detrás de los pensamientos de sus pintores. La emoción los invade y no pueden hacer otra cosa que pensar en plasmarla a través de un mito, una historia o una vivencia. Una vivencia que es mucho más que la simple técnica; es puro corazón.

Te presentamos algunos cuadros que ocultan una historia bastante entrañable detrás del lienzo.

*Si no puedes ver una obra da click en el título de la misma

El Guernica, Pablo Picasso

Es un cuadro que habla sobre el bombardeo de Guernica en la Guerra Civil Española. Es simbólico y su estructura es semejante a un tríptico. Cada elemento del cuadro tiene un significado que, cuando conocemos la historia detrás, podemos saber mucho más de lo que vemos superficialmente.

El toro de la izquiera, con cuerpo oscuro y cabeza blanca, simboliza oscuridad y brutalidad; la madre con hijo muerto se basa en la Pietá interpretada por muchos pintores en el Renacimiento. La Paloma, entre el toro y el caballo, ha sido interpretada de diferentes maneras: la paz o una alegoría de la música destruida por los militares son los significados más recurrentes.

Un foco es uno de los símbolos más enigmáticos, algunos aseguran que se trata del avance científico y eléctrico que es un avance social pero al mismo tiempo una forma de destrucción. También es interpretada como una pupila del ojo de la providencia. El caballo simboliza a las víctimas inocentes que la guerra dejó. La flecha situada en las nalgas del caballo simboliza la elevación del espíritu de aquel que murió por el suceso y la opresión de los poderes dominantes.

El espíritu de la muerte está mirando, Paul Gauguin

El espíritu de los muertos que vela por nosotros fue pintado en repetidas ocasiones por Gauguin. Muchos no conocen que se trata de una figura mística a la que los polinesios le tienen un miedo ancestral. Representa a los espíritus de la muerte que llegan en la noche, provenientes de lagunas o bosques y toman a los desprevenidos de la espalda para llevárselos. Manao tupapao no tiene una traducción.

Judith, Miguel Ángel Caravaggio

Uno de los cuadros más interpretados en la historia del arte es este, en el que Judith corta la cabeza del temible invasor Holofernes. Cuando el ejército babilónico invadía su pueblo, ella decidió seducir y embriagar a su líder una noche para matarlo. Lo logró y por fin liberó a su pueblo de los opresores.

Leda y el cisne, Leonardo da Vinci

Interpretada en todas las épocas por miles de artistas, la historia de Leda y el cisne aún es aclamada hasta nuestros días. Pero, ¿por qué miles de artistas pintan a una mujer que le coquetea a un cisne? Se trata de una historia de deseo en la que un dios del Olimpo no resistió el deseo sexual y se transformó en cisne para posar entre las piernas de una deslumbrante mujer.

El grito, Edvard Munch

El grito, Edvard Munch

Un grito que parece aterrador, sin fin, desesperante. Un grito como ningún otro que significa más que cualquiera. En 1892 Munch escribió en su diario: “Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza”. Otra de las obras de Klimt expresan este terror que sintió, su nombre, La desesperación. Pero poco a poco su sentimiento se deforma en algo grotesco y cadavérico que parece que oímos cada vez que lo miramos.

Las vacaciones de Hegel, René Magritte

Las vacaciones de Hegel, René Magritte

René Magritte, el poeta pintor que esperaba que su pintura no sólo fuera un sueño surrealista sino una interpretación del mundo más allá de lo que vemos, nos regaló un título y una pintura que pocos logran entender desde la primera vista. En ésta la dialéctica del filósofo se pone al descubierto, no sólo es un vaso encima de una sombrilla sino todo un tratado filosófico que ahora reina las ciencias sociales. Para Magritte la mejor manera de representar la síntesis, tesis y antítesis fue a través de una sombrilla, la que cumple dos funciones: recibir agua y repelerla, le hubiera parecido tan divertido como las vacaciones, según el pintor.

Gabrielle d’Estrées y una de sus hermanas, Pintor de la escuela de Fontainebleau

Cuando el duque de Bellegarde le dijo a Enrique IV lo enamorado que estaba de su amante Gabrielle d’Estrées, la imaginación del rey se desbordó y le intentó robar a su mujer pero ella sabía que no podría casarse nunca con Enrique y lo ignoró pero terminó cediendo. Al final fue ella quien se mudó con el rey y vivió como si fuera la verdadera reina de Francia. A los pocos meses se divorció y casó con ella, tuvieron un hijo y vivieron felices.

En este cuadro, Gabrielle y su hermana están en la bañera, ella, la rubia, sostiene su anillo como testimonio de su empoderamiento real. Su hermana le pellizca un pezón como un símbolo de que Gabrielle está embarazada y al fondo, una mujer, cose las nuevas prendas del futuro infante. En el fondo y tapado por la cortinilla se puede ver el fragmento de una pintura erótica que simboliza los amores del rey.

El beso, Gustav Klimt

El beso, Gustav Klimt

Un beso lleno de pasión que nos parece el momento cumbre del amor es lo que parece suceder en esta pintura, pero no es así. Estudios recientes aseguran que se trata de una interpretación del mito de Ovidio. Apolo, maldecido por Eros por burlarse de él. Disparó una flecha de oro a Apolo, quien se volvió loco de amor por Dafne a quien Eros disparó una flecha que provocaba desprecio y desdén. Cuando él intentó acercarse a ella, Dafne pidió auxilio y su padre la convirtió en laurel. Según esta teoría, El Beso de Klimt representa el momento exacto en el que Apolo la toma fuertemente con sus manos lleno de deseo y pasión, mientras ella está a punto de cambiar de forma.

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