Uno de los proyectos más aterradores en los que participo el pintor surrealista, Salvador Dalí.
Dante Alighieri fue de los primeros artistas en hacer un descripción literaria totalmente aterradora sobre el infierno católico y sus nueve círculos en los cuales reinaban monstruos y demonios que torturaban con castigos horribles. La Divina Comedia es una alegoría sobre el pecado y la redención y fue ilustrada en sus primeras ediciones por William Blake y Gustave Dore, es comprensible que este épico relato fuese atractivo para un viejo católico supersticioso como el excéntrico Salvador Dalí.
En 1965 se cumplieron 700 años el nacimiento de Dante Alighieri, por lo cual, el gobierno italiano comenzó a preparar varias celebraciones y conmemoraciones para honrar al escritor con mucho tiempo de anticipación, por ejemplo, en 1957 invitaron a Salvador Dalí para comenzar un proyecto de una serie de más de 100 ilustraciones en acuarela destinadas a acompañar una nueva edición de La Divina Comedia, el artista surrealista acepto con gusto y se dispuso a trabajar en este maravilloso proyecto.
Sin embargo, cuando la primera de las pinturas de Dalí se exhibió en el Palazzo Pallavicini en Roma, la audiencia italiana más conservadora se mostró visiblemente molesta ante el hecho de que este proyecto fuese comisionado a un pintor español y no a uno italiano, el gobierno no estableció una postura clara pero fue abandonando el proyecto paulatinamente, Dalí por su parte, se mostró imperturbable y trabajó arduamente hasta finalizar la últimailustración de este proyecto, sin importar la validación del gobierno italiano.
En 1964, Dalí se acercó a su editor francés, Joseph Foret, quien estaba produciendo un volumen de ilustraciones de Dalí para acompañar una nueva edición de Don Quijote de la Mancha. Dalí sugirió la idea de publicar sus ilustraciones en una nueva edición del poema épico de Dante, Foret llevó la selección de las acuarelas de Dalí a la editorial Les Heures Claires, en la cual se mostraron bastante entusiasmados con esta idea. Raymond Jacquet y su asistente, el Sr. Taricco, fueron los talleristas contratados para tallar a mano los 3.500 bloques de madera necesarios para reproducir las acuarelas de Dalí.
Las ilustraciones de Dalí muestran muchas de sus imágenes de su característico estilo; largas extremidades, rostros “derretidos” y elementos oníricos. Dalí admiraba el trabajo gráfico y artístico de sus predecesores; Dore y Blake, pero no los utilizó como inspiración o referente, todo lo contrario, realizó una serie de ilustraciones completamente surrealistas del infierno y todos sus castigos, narrando el viaje del poeta a través de las puertas del inframundo hasta los nueve círculos del infierno.
Actualmente se pueden comprar en páginas de Internet algunas colecciones completas e incompletas de esta colección de ilustraciones con costos muy alto, además de una edición limitada del libro en italiano ilustrada por Dalí.