Empaques de mermelada que simulan fruta natural
Boon Bariq es una marca armenia de jalea, la cual busca destacar sus productos por el hecho de utilizar ingredientes naturales y en mayor cantidad que su competencia, por ello al lanzar sus 10 sabores decidieron crear empaques de mermelada que emulan ser la fruta.
Para lograr lo anterior recurrieron Backbone Branding, un estudio especializado en crear la identidad de las marcas. Los agricultores destacaban su nueva fórmula de conservación de frutas, en la que mejoraban los ingredientes para que estos fueran más orgánicos, así como añadir una mayor proporción de frutas y bayas en el frasco, por lo que querían que estas características se destacaran en el packaging.
Ante el análisis del mercado se encontraron que la competencia sólo utilizaba la mitad o un cuarto del frasco para ilustrar la fruta que indica el sabor, por lo que encontraron la solución de ilustrar todo el empaque con ésta, y para hacerlo aún más impresionante la recrearon tal como si fuera la cáscara de ésta la que estuviera por fuera.
Esto lo convirtió en el mejor diseño de packaging, pues es el mismo que creó la naturaleza. Aunado a esto, se agregó en la parte superior una tapa negra con un pequeño borde del mismo color que el sabor; y entre la cascara-envoltura colocaron el logotipo de la marca en una etiqueta azul, tal como si fuera una de las que se le pegan a un plátano o un durazno.
La marca en armenio tiene un significado especial, pues Bariq se traduce como “regalo” y Boon como “verdadero” o “exacto”, que se entendería com “verdadero regalo” o, en el contexto agrícola, “un regalo de la naturaleza”.
Este empaque de mermelada tan único resultó en un aspecto muy atractivo entre los anaqueles, puesto que todos los frascos de la competencia tienen etiquetas muy similares y éste logra destacar por su forma y color; además de relacionarse directamente con la naturaleza, lo que le otorga un extra.
