Samantha Yates crea delicados ramos de flores con vitrales de colores
Se le confiere la condición de delicado a todo aquello que por constitución es frágil y tiende a deteriorarse con facilidad. En la naturaleza las flores son los seres más delicados y en cuanto a materiales el cristal es, sin lugar a dudas, el más quebradizo.
Desde su taller en Shipley, West Yorkshire, la artista británica Samantha Yates consigue alcanzar el culmen de la delicadeza a través de sus espectaculares creaciones botánicas. Usando técnicas de laminado de cobre y la creación de vitrales, Yates compone delicados ramilletes de cristal tintado.
El concepto sobre el que sustenta su trabajo actual se centra en la idea de que como humanos estamos tan programados genéticamente para conectar con la naturaleza que experimentamos satisfacción cuando arrancamos las semillas de un tallo de hierba.
Su faceta artística la empezó a desarrollar hace cuatro años, cuando era profesora de horticultura a tiempo parcial. Esa experiencia la impulsó a recrear, con mucha entrega en los detalles, los tallos de las flores, las curvas irregulares de los pétalos e incluso las diminutas hojas.
“Me encanta desafiar los límites con la técnica de la lámina de cobre, el reto de intentar recrear 3D con 2D y preguntarme cuáles son las cualidades esenciales de esa planta, esa flor, esa hoja. ¿Es el color, la forma, el contorno del tallo correcto?”, explica Yates.
Las elegantes piezas son réplicas de las flores que la artista escoge personalmente en su jardín o en los alrededores de su casa. La artista combina las diferentes variedades florales para evocar estados de ánimo. La transparencia del vidrio, la calidad de los pétalos delgados como el papel y la luz traspasando a través de las hojas de cristal es una apreciación simbólica de la delicadeza de la naturaleza.