Editorial

ARRIESGAR

Soy una mentira que dice la verdad  (Jean Cocteau)                                 

Existe un malabarismo difícil de sostener en el mundo actual en el que hay una pérdida (de espacio,  de oportunidades, de salud, de orden y  limpieza) y hay una ganancia (de años, de días y soles, de  olvidos, de cercanías, de iluminaciones)  Identificar lo que nos mantiene unidos y los sistemas particulares de comunicación interpersonal, y añadir más capas a la historia, para que ella se  pueda  narrar por si misma, de una manera fluida y respetuosa.

Lo opuesto al amor no es el odio, es la indiferencia. El Tao dice que al interpretar tus momentos,  las historias individuales pueden ser universales, es como un libro que nunca deja de  escribirse  y que está  hecho de cosas  cercanas e inalcanzables, algo inexplicable que aparenta, depender  más del azar, y  que  a veces conduce a  la improvisación sorpresiva.

Son pruebas de procesos que, o llevan a un avance o lo detienen. Nada como perderse para encontrarse.  Es sorprendente lo que nos puede  enriquecer una intervención inesperada, pues aún hay suficiente fuerza para soportarlo. Es válido tomar prestadas ideas valiosas de otros y combinarlas de otra forma, para que sean útiles a tus objetivos  de una nueva forma, como una especie de reciclaje de ideas que adquieren un nuevo valor al servir más de una vez.

Años, amantes y copas son cosas que no  deben contabilizarse. Y es que, si le rascamos a la manada, ni el garañón queda.                                                                                                                                                                                                                                                                                               

Un poco la escritura automática que se va formando aleatoriamente, y a veces de manera insólita,  esto acrecienta el valor de la claridad en un espacio físico diseñado, que exista una lógica de organización y movimientos, pudiendo haber espacios estrechos y espacios amplios y que alternándose dan sentido al lugar. Es deseable el manejo de rampas peatonales,  y más cuando  el emplazamiento tiene desnivel  natural, énfasis en la orientación de los espacios para captar el camino del sol  y recibir la luz cambiante del día.

Orbus urbis est (toda ciudad es el mundo) y como todo péndulo social, una  nueva tendencia en arquitectura y decoración llamada “maximalismo” (more is more) que postula una profusión de materiales, colores, decoraciones  y objetos,  y te puede permitir no pensar al estar distraído con tanta cosa (contraria al “minimalismo” del que ya hemos hablado aquí) se  está desarrollando en algunas sociedades adineradas, como una  probable  reacción al vacío, silencio e introspección que pueden  producir las obras mínimas, y frugales, en las que “tu presencia” es la decoración del espacio, y que por lo mismo, inquietan e inquieren.  Una obra de arte no tiene que ser espectacular (Villa Maser, de Andrea Palladio, foto artículo anterior)  

                                                                                                                                  

En la vivienda, el concepto occidental de “cocina abierta” hacia las áreas sociales de Sala-Comedor, es posible que no aplique para aquellos países en los que todavía tenemos el privilegio de contar con ayuda doméstica, hermosísimas creaturas que con dulce voz y permanente  sonrisa, y que con su trabajo nos facilitan la vida de lunes a domingo (remember “Roma”) En fin, es posible que ellas estén más cómodas en la privacidad de su cocina, al estar separada   por una puerta hacia el comedor, donde nosotros también disfrutamos de nuestra propia  privacidad, además de librarnos de los ruidos y olores que producen nuestras cocinas latinas,  en las que se preparan alimentos condimentados con aromas fuertes y penetrantes.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

Los edificios otorgan a la ciudad una identidad intransferible y que influye en toda la población positiva y negativamente. El innovar con una solución diferente a  un problema conocido conlleva riesgos de malfuncionamiento y pérdida de valor. Siempre queda la incertidumbre de no acertar a losobjetivos , siempre habrá un detractor para una idea diferente, a veces por envidia y otros por incredulidad y desconfianza, lo que acrecienta el riesgo y es un poderoso motor para el fracaso. Se asoma el valor de la fonética de las palabras, se dice que nombre es destino, el sonido de algunas frases de nuestro lenguaje tiene un valor que no se explica, pero que existe.Groucho Marx decía que es mejor permanecer callado y parecer un tonto, que hablar y despejar definitivamente la duda                                                                                                           

Para vivir fuera de la ley, es necesario ser honesto                 (Bob Dylan)

  • Jaime Claudio Pérez García
Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar