Editorial

DISIPAR…

Quien no piensa como tú o no está de acuerdo contigo, no es necesariamente tu enemigo. En los encuentros casuales, que son más bien causales pues arman historias que pueden ser para toda la vida. Abrir las puertas a otras ideas denota una gran generosidad, pues además de permitir el brillo ajeno, implica hacerse a un lado para dar el paso a otros. Nobleza pura.

Me impresionó la historia de una mujer, una señora que al enterarse de que tenía cáncer se derrumba y reniega de la vida y sucumbe ante el “porqué a mí”, y, curiosamente, al enterarse del embarazo de su hija, cambia radicalmente su actitud al tener un motivo para vivir, y  está hoy sana y feliz disfrutando a su hermosa nietecita de 6 años.

Cuando se acerca la noche, cuando el tiempo se acaba, tal vez sea el momento de mirar atrás, disipar la niebla mental y rescatar y pulir lo valioso, resarcir el daño y, seguir adelante. Buscamos el camino más corto pues instintivamente necesitamos usar la energía con eficiencia. Sabemos que tenemos el tiempo limitado, como las hormigas que sin un líder aparente se comunican por el olor y consiguen llegar a donde van por el camino más corto. Ellas le saben, tienen 130 mil años sobre la tierra. El problema de lograr tus metas muy joven es que, y luego, ¿qué haces? Se ha perdido tanto la capacidad de asombro que ya casi nada de lo que hagas va a llamar la atención, ya estamos aburridos de sensacionalismos y flashazos instantáneos. El nihilismo ha tomado la escena, ya nadie cree en nada. 

Muy justo y significativo el nombramiento de la revista TIME como “persona del año” a Greta Thunberg, con la leyenda “the power of youth” Lo que ella representa, y con gran modestia,  es el símbolo de lo que cada uno de nosotros debemos hacer para empezar a detener los crecientes riesgos del calentamiento global. En esencia: una vida frugal y sin excesos con un gran respeto a la Madre Tierra. Nada que ver con romper de tajo la dependencia de los combustibles fósiles y cancelar el progreso y bienestar de millones. Insisto en que se deben otorgar muchos más recursos a la investigación y desarrollo de soluciones inimaginables ahora, para, sin perder lo que ya tenemos, podamos empezar a  reducir y recuperar los daños que ya le hemos infringido al planeta. Las pequeñas acciones que se pueden hacer para modificar el deterioro en que nos encontramos. Aunque no hay que olvidar que en muchas partes del mundo se están haciendo esfuerzos significativos, aunque no suficientes, por reducir la dependencia del carbón, un esfuerzo a “mordiditas” gradual pero sostenido. 

Curiosas las nuevas relaciones humanas entre hombre y mujer, en las que no se consideran contratos matrimoniales con firmas y obligaciones,  solo se acuerda vivir juntos, y a veces no tan juntos, respetando diversos comportamientos personales, y compartiendo gastos. Se dice que esto crea vínculos más fuertes y duraderos pues es una unión voluntaria en la que nadie está obligado a nada, es solo una voluntad común que pone a prueba la convivencia no forzada por contratos y compromisos. basta con un apretón de manos.

Existen hoy en proyecto las llamadas “selvas verticales”, mega rascacielos ecológicos verdes como la torre de Sanghai (de 650 metros de altura) en donde podrán vivir, trabajar, jugar y educarse unas 16,000 personas con calidez y comodidad, ciudades en el cielo con parques en los niveles superiores habitados por “cloud citizens” selvas verticales en sustentabilidad total. O, los parques lineales elevados que, con vistas largas y  postas de vigilancia a regulares intervalos que proporcionan la seguridad necesaria, marcando un ritmo, un flujo y un reflujo de la vida de las ciudades, entre islas sociales. Puentes, no muros. Inclusión, no reclusión. O, los programas masivos de creación de empleos en China, que estimulan el crecimiento de la economía al crear ciudades enteras que actualmente no están habitadas, pero que habiendo creado bienestar a través del empleo, ya serán ocupadas.

Tal vez es más sano olvidar algunas cosas que mantenerlas en tu mente como un archivo nostálgico, pudiendo ser un lastre que impide la renovación necesaria. A veces tomamos decisiones erróneas para llegar a los lugares correctos. Solo las cosas que llegan al interior tienen un valor para el espíritu, aunque todo está destinado irremediablemente al olvido. 

“ ¡Asi soy, así soy! ¿y qué y qué? – Jorge “coque” Muñiz, comediante mexicano

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