Empezar…
La vida es lo que te sucede mientras estas ocupado haciendo otros planes (John Lennon)
Empezar…
El miedo a la página en blanco. De pronto empiezan a fluir las ideas y los conceptos, llevándote a donde ignorabas que querías ir. Pescar las ideas al vuelo pues son elusivas y en ocasiones no regresan.
El diseño está en todos los órdenes de la vida diaria, es algo muy personal en su concepción pero muy general en su apreciación o aplicación. Es un proceso y una herramienta que produce leyes, políticas, ideas, objetos, moda, y arte en música, literatura, escultura, poesía, arquitectura, templos, tumbas, museos, centros comerciales, edificios, parques y en fin todo lo que produce bienestar, empleo y riqueza, y que proviene del arte y la tecnología.
Estar en presencia de una obra de arte modifica tu percepción del mundo y de ti mismo, y tal vez sin proponértelo tu rostro dibuja una sonrisa tenue y silenciosa. Estar frente al cuadro “Starry Nigth”* de Van Gogh fue para mi una experiencia inolvidable, percibes la precariedad del momento de la creación, la vulnerabilidad del autor, el momento fugaz de iluminación, la desnudez espiritual.
El arte conforma la vida, otro ejemplo es la música de los Beatles* que en unos cuantos años transformó a la sociedad entera influyendo en toda una generación con su diseño sobresaliente, significativo y atemporal. La batería de Ringo ya está en el Metropolitan.
Igualmente, la asombrosa precisión de las ruinas neolíticas de “Puma Punkú”* en Tiahuanaco, Bolivia, que con 14 mil años de antigüedad nos muestran elegancia y tecnología inexplicables para esa época. La leyenda dice que fueron guiados por “Piracocha”* venido de las estrellas*.
Un clip, una canoa son diseños geniales de uso intensivo, cuyos autores han quedado en el olvido. El arco romano y la bóveda son diseños que se han repetido infinidad de veces sin pagar regalías a sus autores originales. Las ideas son negocio, y un descubrimiento gratificante te puede llevar a pequeñas innovaciones que no tienen que ser espectaculares, es cambiar el confort por la sorpresa en un aprendizaje continuo. Ser tú mismo al ser el otro reflejándose en diferentes espejos que proyectan imágenes desconocidas. La experiencia no es lo que te sucede, es lo que tú haces con lo que te sucede.
El diseño es designio, propósito, intensión. Es idear y señalar. Deberíamos enseñar a los niños a dibujar, tal como aprenden a contar, a leer o a escribir. Es otra forma de expresarse que abre diferentes perspectivas y ensancha la mente transformando cosas que creías saber.
La percepción y las características del diseño cambian con el tiempo; una nueva tendencia mundial en la Arquitectura actual (caso Nueva York) muestra un notable auge en la construcción de rascacielos residenciales y comerciales “super altos, super delgados y super costosos” respaldados por el creciente número de los “super ricos” en el mundo e inspirados por artistas como Sol Lewitt*.
En el pequeño poblado de Brande, cerca de Copenhagen se construye la torre “Bestseller”* que con 320 metros será la más alta de la Europa continental y que no tuvo oposición local ya que el poblado “vive” de la empresa, que además pertenece al hombre más rico de Dinamarca.
En Nueva York se pueden lograr edificios con alturas de 200 a 800 metros de manera legal y sin tener que pasar por consultas vecinales, ya que el desarrollador puede comprar en secreto “derechos de aire” disponibles en lotes vecinos, y una vez teniéndolos puede construir otro rascacielos tipo “aguja” que al parecer son las estructuras del siglo 21.
Enormes problemas que enfrentamos actualmente son la migración y el crecimiento de la brecha entre los muy ricos y los muy pobres, lo que está produciendo una alarmante escasez mundial de vivienda popular. Parece ineludible la densificación y mejoramiento de los centros urbanos de nuestras ciudades que están actualmente sub utilizados, y en una estrategia anticipada incentivar la oferta y reducir la especulación de la vivienda, factores que deben estar incluidos en la nueva Ley General de Asentamientos Humanos, y que habrá de propiciar una mayor densidad de construcción y el uso mixto de las edificaciones. Otro reto formidable que ya está aquí es el envejecimiento de la población, a la que habrá que dotar de salud, vivienda y ocupación productiva. Debemos rescatar el valor desaprovechado de la experiencia acumulada de nuestros adultos mayores. Alguien dijo que no hay un arquitecto bueno de menos de 50 años de edad.
La excentricidad es la última forma de la elegancia
Jaime Claudio Pérez García