Editorial

INCENDIAR… (Reloaded)

Lastiman los enormes incendios forestales provocados en la Argentina, en zonas de Córdoba, las islas frente a Rosario, San Lorenzo, Villa Constitución, Santa Fe, Tucumán y Formosa. Son de una tristeza impresionante las fotografías locales y satelitales. Esto ha producido ya un clamor popular por la depredación tan salvaje y el desequilibrio ecológico de la valiosísima flora y fauna natural, emprendida por algunos empresarios ganaderos, sojeros y especuladores inmobiliarios, contaminando además con ceniza el Río Paraná y sus humedales. Estas acciones han sido apoyadas por muchos de los políticos de los partidos mayoritarios, que defienden este modelo extractivista y criminal que además provoca sequías y solización con el riesgo de cambios climáticos extremos. Parece que esto viene de la época del ex presidente Macri y algunas modificaciones a la ley que protegía los bosques. Los pobladores afectados dicen que se debe de tomar el ejemplo del pueblo de Mendoza que defendió exitosamente su agua, y hay otros que ante la desesperanza del sombrío futuro llegan a sugerir a sus hijos…¡que ya no tengan hijos! Y reclaman también políticas públicas urgentes como debatir y promulgar una nueva Ley de los Humedales. En Argentina el 70% de los incendios son intencionales, hay cerca de 25,000 focos activos que han consumido el 20% de la superficie del delta y las islas del Río Paraná. La notoria falta de control actúa como aliciente, así como la falta de prevención. Es urgente crear redes de vigilancia para atacarlos temprano, cuando todavía hay oportunidad de ser controlados, y apoyar a las organizaciones civiles, ya que las organizaciones oficiales no han dado los resultados esperados al estar quizá coludidas con los depredadores. La devastación sistemática de áreas naturales traerá costos crecientes en la vida, la economía y en fenómenos meteorológicos extremos.

En Brasil existen unos 63,000 incendios forestales, muchos provocados por los “grileiros” para expandir la tierra de pastoreo del ganado. En total se ha perdido una superficie equivalente al área de Portugal, multiplicado por cinco del 1988 al 2014, y que ahora son áreas de pastoreo, que se han incrementado 91 % respecto al año anterior. Empresas de cárnicos como JBS son los principales depredadores de las áreas perdidas de este pulmón de la tierra.

En Siberia, donde el cambio climático es extremo, hay unos 300 enormes focos activos de incendios forestales que han causado emisiones de CO2 de unas 224 megatoneladas entre el 1 de enero y el 31 de agosto sobre el círculo polar ártico (que es la región de la tierra que se calienta más rápido) contra 181 megatoneladas en todo el 2019, y que además se incrementan por las temperaturas récord de + 5°C de las habituales.

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En California donde desde agosto con más de 900 incendios activos y un récord de más de 1.5 millones de hectáreas perdidas, motivados principalmente por la sequía y altas temperaturas. San Francisco, Portland y Seattle están teniendo peor calidad de aire que Beijing y Nueva Delhi. El humo que están respirando en San Francisco es una pequeña muestra de lo que nos espera, todo por el afán de riqueza de unos cuantos, aunque la riqueza al final no brinda protección.

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En el deterioro climático que es una realidad y un acelerador de la desigualdad, las cosas van a empeorar progresiva e irremediablemente, y los esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero en la atmósfera no parecen disminuirlos significativamente. Aún si hoy se aceleraran los esfuerzos, el mal ya está hecho, ya no hay vuelta atrás, vamos a tener que “vivir con el monstruo. Si queremos salir de esto, habrá que reorientar la economía mundial que está sustentada en los combustibles fósiles. Los cambios que enfrentaremos implican el rediseño de toda nuestra forma de vivir, lo que será difícil, tardado y tortuoso. La tierra ya se ha calentado un grado desde el siglo 19, los científicos pronostican que de llegar a dos grados el efecto sería catastrófico.

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Cuando todo esto termine, y salgamos de la Pandemia del Coronavirus, tal parece que nos limitaremos a encender de nuevo los motores para seguir destruyendo el planeta, o al fin decidiremos luchar por un futuro más sostenible con una transición justa de los combustibles fósiles a las energías renovables, para salvar la vida de los hijos y los nietos. La salud y la economía están amenazadas. Las crisis han demostrado que el individuo está protegido solo si el grupo está protegido. El cambio climático no solo es un aumento en las temperaturas, y la contaminación ambiental, también son fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones, huracanes catastróficos, aumento en los niveles del mar, y afectaciones devastadoras en todo el ecosistema alimenticio planetario.

Decimos que amamos a nuestros hijos e hijas más que a nada en el mundo, pero les estamos robando su futuro ante sus propios ojos (Greta Thunberg)


Nota final: Este sábado 24 de octubre de 2020 por NatGeo ver: “Greta”

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