Editorial

LOS ANHELOS

“Tus hijos no son tuyos, son hijos del anhelo de la vida” Gibrán Jalil Gibrán

La suerte es tan importante como el talento, y nunca es tarde para cumplir los sueños, al mantenerse en un permanente desafío con retos que llegan o que son inventados, en un camino incierto como la luz acostada del invierno boreal, con el corazón joven aunque parezca que ese barco ya zarpó, pues el fin último de cada latido del corazón es hacer algo para los demás, pero hoy, parece que es obligatorio hacer algo insólito e inaudito para sobresalir y llamar la atención a fuerza de asombrar. Y aunque casi siempre las desgracias vienen de la suma de calamidades menores, con los años de oficio, se tiende a ser más escueto y eficiente, cuando se trata de decir mucho con muy poco, al intentar la apertura de un segundo y un tercer acto, en los que la levedad debe ser una prioridad.

Puede ser una buena historia aquella en la que dos personas se encuentran, se dan mutuamente algo que les faltaba y que no sabían que necesitaban ni cómo obtenerlo, y al final como una versión modificada, y en una separación convenida, cierran un círculo que enriquece a ambas al quedar un recuerdo sutil de otra vida que pudo haber existido, pues todos estamos hechos de secretos. Es curioso y sorprendente como los pajaritos al cantar por las mañanas lo van haciendo por turnos, respetando los tiempos y los espacios de cada tono y cada trino por lapsos de tiempo en los que entran sonidos diferentes que rara vez se mezclan. Lecciones de respeto y paciencia de la naturaleza.

Soberbias y vanidades aparte, puede ser una ventaja ser el número dos. No existe una responsabilidad o un compromiso formal pues disfrutas de libertad y diversidad. Dice Jerry Seinfeld que las buenas ideas son como tener ratones en casa, pues nunca sabes ni cuándo ni en dónde van a salir. Y aunque no se puede vivir de la imaginación si no se materializa en algo que pueda interesar a los demás, siempre es mejor ofrecer tres puntos de información sobre quién eres, que ofrecer uno solo. Y ahí me pregunto si no sería mejor celebrar la normalidad en vez de la estridencia, pues esta solo refleja inseguridad e ignorancia. La normalidad que por ser normal muestra un discreto asombro. Hay personas a las que si les compartes alguna debilidad propia, la pueden usar en contra tuya. Esas son las personas con las que no me gusta convivir pues te mantienen en guardia constante, y son a las que es mejor tratar de evitar y pasarlas por alto.

La empatía, la real colaboración, el pensamiento complejo y el pensamiento crítico, son habilidades humanas que la IA no puede remplazar. Además excluye las emociones humanas como la calidez, el humor y la vulnerabilidad ingenua. La IA, a pesar de su alto consumo de energía puede ser una herramienta para algunas actividades, pero no debe tomar el control de las decisiones, cuando te quita el trabajo te hace perezoso y dependiente. Y persisten dudas sobre ¿Cuándo es plagio y cuándo es refrito? pues además utiliza sin permiso material ajeno. La IA es solo un atajo más rápido que puede ser un apoyo en un proceso, pero que no es dueña del producto. Es sustituir lo humano por algo pre-pensado, armado con múltiples opciones, pero sin el toque humano. Que además utiliza sin permiso material ajeno. En la arquitectura la irrupción de la IA Generativa, que no es inteligencia y si es artificial, al ser solo una multitud de algoritmos y soluciones pre pensadas por humanos que dan respuestas y opciones rápidas a cuestiones específicas, y que deben medirse no tanto por su bajo costo y rapidez, sino por su certeza y resultados, que pueden ser deshumanizados y fríos, pero que al final requerirán la intervención humana, en lo que se podría llamar la “arquitectura de la última milla”

Hay una aparente contradicción en la que, para recordar algo que ha sido olvidado, y que cuando lo sacas de la memoria, misteriosamente aparece.

Hacer un texto mixto, como lo son cada minuto, cada hora, cada día y cada año, en el que a solas con tus fantasmas finalmente te encuentras buscando proyectos complejos como un reto y un aprendizaje, en los que no solo es escribir frases y palabras, es acomodarlas y darles un sentido, consciente de que en la conexión entre tú y las otras personas, nada resulta ser como esperabas que fuera, pues el saber hacer algo no significa tener éxito, falta lo más importante que es venderlo y convencer de su valor. Encontrar en la libreta de anotaciones pedacitos en blanco, donde escribes textos urgentes como una sopa de letras, en los que a partir de unas palabras que aspiran a ser un dialogo, tratas de ser fiel a tus anhelos.

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