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EL LADO OSCURO DE LOS NFTS (CRYPTOART)

¿QUÉ ES UN NFT Y CUÁL ES EL IMPACTO QUE TIENE EN NUESTRO PLANETA?

El 28 de noviembre de 2017 apareció el primer “activo digital”, conocido como Cryptokitties, un juego virtual en donde puedes comprar y criar gatitos mientras juegas con ellos. En 2018 se compró el activo más caro de Cryptokitties por una cantidad aproximada de ciento setenta mil dólares. Los Cryptokitties son los primeros vestigios de los NFT’s y gracias a esta compra, el mundo volteó a ver el criptoarte, y hoy te voy a explicar un poco de qué se trata.

Un NFT (por sus siglas en inglés, Not Fungible Token) es un activo que no es “fungible”, lo fungible hace referencia a algo que puedes cambiar y va a seguir teniendo el mismo valor. Por ejemplo, un billete de cien pesos que puedes cambiar por dos de cincuenta; ambos suman cien, y por lo tanto, tienen el mismo valor.


Tenemos que pensar que las obras de arte son activos. Por ejemplo, un cuadro de Salvador Dalí que está valuado en un millón de euros. Habrá obras que valgan más o menos. Sin embargo, el precio del arte es un concepto bastante abstracto, pues al final de cuentas el valor del cuadro lo establecen los compradores. Es decir, hay un mercado de oferta y demanda, lo que significa que, si alguien está dispuesto a pagar dos millones por un cuadro de Dalí, entonces eso es lo que podría valer el cuadro.


Una vez entendido esto y entrando en contexto, cuando apareció el blockchain el primer uso que se la dio fue el de registrar y distribuir las criptomonedas. El blockchain es como una gran base de datos descentralizada, es decir que no depende de ninguna institución para regular las transacciones, que sirve para certificar las transacciones que hacemos y así saber con certeza quién posee cada activo. Por ejemplo, puedes comprar un bitcoin y hay manera de saber que tú eres el dueño. Antes de que existiera el blockchain, todo esto era más complicado. Por ejemplo, puedes comprar dinero virtual dentro de un videojuego que está alojado en un solo servidor, pero de pronto alguien puede hackearlo o apagarlo, haciendo que tu compra desparezca. El blockchain, al ser un sistema descentralizado, digamos que se reparte en varias computadoras y queda registrado y validado (mediante un token) quién es dueño de ese activo.

Bueno, y a todo esto, ¿cómo opera el mercado del arte con los NFT’s?

Funciona muy parecido que en el mundo del arte “convencional”. Puedes comprar una pieza de arte, en este caso digital, y con ella vendrá un certificado de autenticidad (token o ficha) que ayudará a validar la originalidad de la obra de arte. Aunque tú hagas una captura de pantalla o una copia, esta jamás será la original y en el blockchain aparecerá a quién le pertenece. Puedes revender esa pieza con valores más altos (depende de la demanda) y así generar regalías de por vida.

En febrero de 2021, Christie’s, una de las casas de subastas más reconocidas e importantes, subastó un NFT del artista conocido como Beeple. El NFT se subastó por sesenta y nueve millones de dólares, lo que definitivamente marca un parteaguas a partir del cual todo el mundo quiere crear, coleccionar, vender y sobre todo comprar criptoarte. Con esto nos damos cuenta de que este es un mercado en expansión, que es muy redituable y que como con cualquier tendencia en Internet, la gente está enloqueciendo por ser parte de ella.

Hasta aquí todo bien, ¿no? Ganas dinero, además de posicionarte en el mercado del arte. Por ejemplo, antes de esta obra, Beeple no vendía piezas por encima de los cien dólares. Entonces, ¿en dónde está el lado oscuro?

El problema es la estructura y la manera en la que opera el mercado, pues gracias a él estamos creando un daño irreparable al medioambiente. De acuerdo con la página de Memo Atken, un NFT puede generar energía equivalente a 263 538 kw por hora y emisiones de 163 486 kg de CO2. Esto equivale a cuarenta años de consumo de energía. Si hoy subieras un NFT, estarías generando una huella de carbono similar a la que llevas produciendo a lo largo de tu vida. Es como volar un avión durante cinco semanas seguidas o usar una computadora durante 334 años sin parar. Un NFT promedio genera una cantidad de 211 kg de CO2, esto equivale a lo que genera de energía una familia estadounidense en promedio al mes.

Existen muchas maneras de vender y comprar NFT’s. Para esto se crean distintos sistemas de compraventa. Uno de ellos es poder vender una pieza original y además generar cien copias de ella, ¡Esto significa que tu huella de carbono se multiplicaría por 100!

Con la situación actual en el mundo, es más que necesario generar nuevos métodos de exposición y visibilización del arte, pero no en estos términos, no en donde volvernos millonarios puede deteriorar aún más al mundo y crear un daño irreparable.

Si bien este es el futuro no sólo del arte sino de la creación de negocios y de crecimiento económico, no podemos ignorar el daño que esto está causando y el gran impacto que estamos teniendo en el mundo.

Si tú eres artista visual o audiovisual, ¿qué prefieres?: ¿dejar huella en el mundo del arte digital, o dejar una huella de carbono irreparable en tu hogar?


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