Los animales híbridos suenan como algo perteneciente a las historias de fantasía, pero hay algunos ejemplares que definitivamente existen en el mundo real. Un cebrallo –es decir, la cruza de una cebra y un caballo– es uno de los híbridos más comunes; sin embargo, tampoco esperes verlos por todos lados. Estos animales tienen por padres a una cebra macho y una yegua, y los rasgos de ambos son muy notorios. Un cebrallo tiene las rayas que caracterizan a las cebras, pero su físico se parece más al de su madre yegua.
Por lo general, las rayas de los cebrallos no están presentes en todo su cuerpo. En cambio, se limitan principalmente a bandas en las piernas, parte del dorso o el cuello. Esto no hace que el raro cebrallo sea menos llamativo, y la sutileza de las rayas te hará mirar dos veces.
Los cebrallos tienen un instinto salvaje; después de todo, son mitad cebra. Debido a esto, a menudo son más difíciles de entrenar que un caballo ordinario y tienen un temperamento fuerte (e incluso pueden ser agresivos). La fotógrafa Carina Maiwald notó esto cuando fotografió a un cebrallo llamado Zuri. “El instinto salvaje es muy fuerte en en los cebrallos”, explica la fotógrafa, “y tuve que repensar muchas técnicas para llamar la atención del animal durante la sesión. Un caballo es curioso, mientras que un cebrallo no quiere ser molestado, lo que hace que la interacción durante las sesiones de fotos sea todo un desafío”.
Los cebrallos retratados muestran la dualidad que los hace tan atractivos en primer lugar: una combinación de domesticación y un espíritu indomable. Continúa hacia abajo para ver más este magnífico animal híbrido.
¿Sabías que la cruza de un caballo y una cebra se llama cebrallo?
¡Sí, de verdad existen! Si no lo crees, solo mira sus rayas:
