Editorial

RECUPERAR…

El mundo en estos días es más humano. Los esfuerzos que están haciendo los profesionales de la salud son verdaderamente heroicos. Merecen un homenaje y un reconocimiento público!!!, son ellos y ellas los que están verdaderamente apuntalando a la sociedad entera, aún a riesgo de su salud y de su propia vida. Lo repito: La generosidad es la más alta cualidad humana.

Con el calentamiento global, que es un hecho indiscutible, se están empezando a liberar nuevos virus y bacterias por el deshielo de las planicies del norte. Estos virus serán cada vez más variados, y poderosos, tal vez solo los robots serán inmunes por no ser orgánicos. Por ello es previsible que este tipo de contingencias no desaparecerán. Habrá que prepararse lo mejor posible, fortalecer el sistema inmunológico e intentar mantenerse lo más alcalino posible con alimentación verde (frutas y verduras), Vitaminas C y D (el sol), Zinc, Bicarbonato de Calcio, Equinacea, té verde y otros. Aunque algunos expertos dicen que esto no está comprobado (los “expertos” nunca concluyen) seguramente habrá un fortalecimiento de tus defensas. Tendremos que aprender a vivir con estos virus que nosotros despertamos. Estamos pagando el precio del hedonismo y de la globalización, habíamos creído que era gratis. Pues no. Ya no es tanto la tristeza por las cosas que no se pueden hacer, sino la tristeza por las cosas que ya no se hicieron, las que ya no tienen remedio, las que ya pasaron de largo y se perdieron irremediablemente. ¿podremos hacer de la tristeza un motor de cambio? Luchar contra el tedio, el aburrimiento y la desesperación. Estar conscientes que esto es temporal y pasajero. La vejez no tiene nada que ver con la edad, inicia cuando te sientas a ver la vida pasar, y la burlas cuando no dejas de hacer cosas aunque no tengas nada que hacer. Siempre habrá algo que requiere tu atención, y si lo puedes hacer placentero, mucho mejor.

La buena noticia es que ya estamos estrechando más los vínculos del amor y el afecto hacia los demás, las sonrisas tienen ya mucho más valor. La mala noticia es que muchas personas se están dejando llevar por el miedo, y a veces por el pánico y falsedades. Ante esto: paciencia, no hay plazo que no se cumpla, y en retrospectiva en unos meses veremos esto como una pesadilla que nos deja mayor conciencia de la fragilidad humana y el valor del amor, el valor de una sonrisa. Yo si veo una humanización generalizada. Pero algo simplemente ya quedó desarticulado, desmembrado, incompleto. No podemos más que prepararnos para una nueva realidad de la que desconocemos todo, en la que habrá que hacer primero la tarea más difícil.
Lo que es apilado al azar se comporta de manera unificada. De la suma de elementos sencillos emerge un producto complejo. Son estas las cosas de las que podemos extraer lecciones pues todas las tormentas terminan por desvanecerse, y esta no será la excepción, aunque apenas está comenzando. Podremos apreciar el valor del aislamiento, cuando ya quieres que el tiempo vuele y se pasen pronto estos meses de incertidumbre. Deberemos prepararnos para reconstruir la devastación que va a resultar. Pocas cosas son tan estimulantes y gratificantes como construir (o reconstruir) algo, ahí se puede medir el mérito en el avance del día a día.

Estas soledades reverberantes, estos silencios monologados son demasiado pesados para no ser compartidos. El diálogo con tu pareja y allegados debe cobrar una dimensión de paciencia y tolerancia, a la vez de explorar nuevos temas, inéditos y renovados, que hagan más llevadera esta situación que apenas está comenzando. Como el ave Fénix, renacer de las cenizas.

Lo mejor que podemos experimentar es el misterio, que es la fuente de todo el arte y la ciencia verdaderos.

(Albert Einstein)

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