«Cocoon Cottage» filtra el sol a través de tragaluces de colores
Esta cabaña en los Hamptons es verdaderamente una casa de dos mitades. Al acercarse a la vivienda , paredes redondeadas de 16 pies (5 metros) de altura, envueltas en el revestimiento de tejas de cedro vernáculo, brindan refugio y privacidad a la propiedad. Por el contrario, el otro lado de la casa, orientado hacia el sur, contempla la brisa del océano y las vistas a través de ventanas de altura completa. Al responder al contexto específico del sitio y con la ayuda de tecnologías ambientales como los paneles fotovoltaicos, el edificio tiene como objetivo beneficiar el medio ambiente, así como el bienestar de sus habitantes.
El proyecto es obra de Nina Edwards Anker, arquitecta, diseñadora, profesora y escritora que dirige el estudio NEA . la cabaña es la casa de verano del arquitecto, y la mayoría de los muebles y la iluminación, incluido el sofá con gorro de lentejas, las lámparas de algas y la lámpara solar, también han sido diseñados por Edwards Anker. La huella en forma de L de la casa está definida por la restricción legal de construir a un radio de 150 pies (45 m) de los humedales y mantener una distancia de 35 pies (11 m) de las propiedades adyacentes.
Hacia el sur, la luz del sol se filtra a través de los tragaluces de colores translúcidos, se refleja en la cisterna de agua y entra a través de las fachadas de vidrio. colocados sobre el pasillo del ala del dormitorio, los tragaluces se basan en la teoría del color de goethe, utilizada por William Turner en sus pinturas de la luz solar sobre el agua del siglo XIX. Los tonos van desde el rojo bermellón, que indica la puesta de sol y el descanso, sobre el dormitorio principal, hasta el amarillo intenso, que indica el cenit y la actividad, más cerca de la sala de estar.
Según el arquitecto, la luz diurna cambiante en la pantalla de proyección redonda conecta a los residentes con los ritmos solares durante todo el día, dirige la atención a los biorritmos al pasar los ciclos estacionales y diurnos, y marca las horas a través de parches de luz que se mueven lentamente. ‘que está destinado a servir como una pantalla de cine, su forma redonda abstraer el juego de luces y sombras, capullo el interior como una ola del océano con luz que llega a su superficie,’ explica Nina Edwards Anker.
Además de las vistas, la fachada de vidrio del sur proporciona una ganancia de calentamiento pasivo, mientras que las masas térmicas de los gruesos muros norte / oeste evitan la humedad y retienen el calor al tiempo que garantizan la privacidad. Se han empleado una variedad de estrategias pasivas para lograr una temperatura confortable. Durante los meses más cálidos, las puertas correderas se abren para atrapar la brisa marina que atenúa el calor, mientras que las persianas interiores reducen la ganancia de calor solar en un 50 por ciento. En invierno, la fachada de vidrio recoge el calor del sol del sur para calentar la propiedad.
