Urbanismo y Construcción

Historia de la Arquitectura: los Megalitos, la Mesopotamia y el Antiguo Egipto

Según los registros escritos que nos han permitido estudiar la historia de la humanidad, la «prehistoria» puede definirse como el período de tiempo abarcado entre el 35.000 a.C. y el 3.000 a.C. en el caso del Oriente Medio –en el caso de Europa occidental, se extiende hasta el o hasta el 2.000 a.C.-. Según lo que se pudo observar y registrar, los antiguos constructores ya tenían un profundo conocimiento de las condiciones ambientales y de las necesidades físicas del ser humano. Inicialmente organizados en grupos o tribus, los humanos utilizaron estructuras construidas con piel y huesos de animales para protegerse del clima y las amenazas del mundo exterior. Miles de años más tarde, las primitivas cabañas evolucionaron hasta convertirse en complejas estructuras construidas en ladrillo o barro, asumiendo formas geométricas más definidas con aberturas intencionalmente generadas para permitir la ventilación e iluminación natural de los espacios interiores.

Megalitos

En las antiguas civilizaciones que poblaron Europa Occidental alrededor del 4200 A.C., los Megalitos -refugios prehistóricos realizados con bloques de piedra de gran tamaño durante el período Neolítico- eran considerados importantes innovaciones arquitectónicas, astronómicas y comunitarias. Los megalitos, cuya etimología significa «gran piedra», eran estructuras con múltiples usos: tumbas, observatorios astronómicos, refugios o puntos de referencia territoriales. Muchas de estas construcciones aún se pueden encontrar en regiones como Irlanda, Escocia e Inglaterra. Una de las estructuras más conocidas de este período sea tal vez el Stonehenge en Salisbury.

© Wikimedia Commons
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Mesopotamia

Entre los ríos Tigris y Éufrates (territorio actualmente ocupado por Irán e Iraq) se encuentra una tierra fértil llamada Mesopotamia. Los sumerios, que según los historiadores fueron la primera civilización registrada en la Tierra (alrededor del 4000 a.C.), habitaron este sector y exploraron sus ríos. En el corazón de sus «ciudades», los sumerios erigieron grandes templos materializados con ladrillos -como el Templo Blanco de Uruk-. Durante la etapa Neosumeria (alrededor del 2150-2000 a.C.), estos templos adoptaron formas más complejas y desarrolladas, incorporando un tipo de estructura escalonada que hoy se conoce como Zigurat –construcción de naturaleza religiosa-. En cuanto a la población, la mayoría de los habitantes de la antigua Mesopotamia vivían apretados en densos barrios de pequeñas casas organizadas en torno a patios. Unas décadas más tarde (alrededor del 1800 AC), los babilonios invadirían la Mesopotamia e introducirían nuevas estructuras urbanas y arquitectónicas de morfología mayormente ortogonal. En el año 539 a.C., la región pasó a estar dominada por el imperio persa, quienes incorporaron su cultura y se encargaron de combinar dentro del territorio toda la enorme variedad de elementos arquitectónicos y decorativos de las civilizaciones que habían habitado el sector previamente, fusionando los estilos en un nuevo modelo arquitectónico que más tarde se conocería como arquitectura persa.

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Plano de la reconstrucción del Palacio de Sargon, Khorsabad. Imagen © Wikimedia Commons

Antiguo Egipto

Los antiguos egipcios son principalmente recordados por sus estructuras piramidales, imponentes criptas reales que destacaban la importancia de quien allí yacía y simbolizaban la conexión entre el dios sol y el faraón. La Mastaba -estructura antigua de base rectangular, techo plano y muros laterales inclinados-, construcción predecesora de la pirámide, se considera la forma más antigua de cripta o tumba construida por los antiguos egipcios. Estas estructuras geométricas dan acceso a una galería subterránea y a una cámara funeraria. Las mismas fueron poco a poco modificadas y ampliadas hasta llegar a consolidarse como verdaderas pirámides, expresando toda la importancia de la figura del faraón -cuanto más grande era la pirámide, más importante era la persona que estaba enterrada en su interior-. La primera estructura monumental construida en Egipto fue el complejo funerario de Saqqara en las afueras de Memphis, una pirámide muy parecida a la estructura escalonada del Zigurat. El complejo funerario más conocido es el que se encuentra en la península de Giza, que alberga la reconocida Gran Esfinge y tres grandes pirámides: Queops, Quefren y Miquerines.

El Reino Medio de Egipto (alrededor de 2040-1640 a.C.) nos ha dejado una producción de templos y cámaras mortuorias sorprendentes. En las dinastías que sucedieron al Imperio Medio, la producción material se encontró marcada por la búsqueda de jerarquía y la monumentalidad, con imponentes escaleras, elaboradas terrazas y columnatas, como es posible ver en el Templo Mortuorio de la Reina Hatshepsut en Deir-el-Bahari.

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