Urbanismo y Construcción

Kit Architects rehabilita una antigua casa de campo suiza con más de 300 años de historia

Seamos o no hogareños, pasamos una gran parte de nuestra vida en casa. Es el refugio que alberga nuestros objetos personales y, lo más importante, es el espacio que compartimos a diario con nuestros seres queridos.

Podemos vivir en una sola casa toda una vida, mudarnos con frecuencia o pasar temporadas en varias casas distintas… pero lo que está claro es que en estos lugares se van creando los recuerdos de toda una vida.

Las paredes sostienen nuestras fotos familiares, las puertas tienen las marcas del paso del tiempo, la nevera está plagada de imanes de los viajes que hicimos y sabes de memoria el número de pasos que hay entre la puerta de tu habitación y el baño. Nuestros hogares son, al fin y al cabo, los museos que custodian nuestra memoria.

Por ello, cuando se rehabilitan casas antiguas se debe poner mucho mimo en cada posible modificación, pues se debe preservar las historias que se han vivido en el interior de esas edificaciones.

El equipo de Kit Architects lo ha tenido en cuenta para renovar una casa de campo tradicional del siglo XVIII, ubicada en extremo sur de la aldea de Tobler, en Buechberg, Suiza. Su proyecto de remodelación abre un nuevo capítulo en la historia de esta estructura de más de 300 años de antigüedad, en la todos los propietarios y residentes han dejado sus propias marcas distintivas.

El equipo de Kit, junto con el propietario, las autoridades locales y otros planificadores, se dedicó a rehabilitar esta estructura y sus diferentes estancias. Su objetivo era preservar y mostrar la mayor cantidad posible de la estructura original, adaptando la construcción a la actualidad.

La masía originalmente contaba con un granero adjunto que ya no existe, pero cuyo volumen y posicionamiento anterior sirvió de modelo para ampliar la superficie habitable de la casa. La construcción original de troncos estaba en buenas condiciones, pero el establo, que había servido como cobertizo de almacenamiento, estaba en mal estado y tuvo que ser demolido.

El granero anterior sirvió como modelo para ampliar la sala de estar del edificio, creando una interacción espacial entre los dormitorios que se encuentran dentro de la construcción original de la casa de troncos y la nueva área que aprovecha los techos altos en forma de granero.

La segunda unidad residencial, de nueva construcción, ha sustituido por completo al antiguo galpón, pero se ha mantenido su pendiente original. sin embargo, los aleros de la fachada norte se elevaron alrededor de un metro para optimizar la altura de la habitación, la iluminación y la vista del lago. La pared de la casa de troncos original permanece sin cambios y se exhibe en un lado del cobertizo.

La nueva fachada se construyó con revestimiento de lamas verticales al estilo de los tradicionales graneros y establos del caserío. Para dar sombra y privacidad, las ventanas se pueden cubrir con persianas corredizas de madera especiales que evocan el aspecto original de la casa de campo.

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