LAGO/ALGO, el renacimiento de un icono arquitectónico
Adentrarse en el Bosque de Chapultepec es una invitación al contacto con la naturaleza, con espacios lúdicos y culturales, edificaciones históricas y múltiples actividades en plena Ciudad de México, una oportunidad única para sus habitantes, quienes diariamente sortean el caos y la inmensidad de esta metrópolis.
A lo largo y ancho de sus 686 hectáreas (divididas en tres secciones) existen diversos lugares que, además de posibilitar que sus visitantes disfruten de este importante pulmón verde urbano, se han convertido en portales que permiten viajar en el tiempo a través de la memoria y la nostalgia.
Ubicado a orillas del Lago Mayor, el icónico edificio que hasta el año pasado albergó al Restaurante El Lago y que actualmente es sede del espacio cultural LAGO/ALGO, es uno de esos puntos del Bosque que no solo goza de una vista excepcional, sino que transporta de inmediato a otra era.
La historia de este símbolo de la modernidad, inaugurado el 24 de octubre de 1964, está vinculada con el desarrollo de toda la Segunda Sección; y con el paso de los años no ha permanecido exenta de imprecisiones. Por mucho tiempo, la autoría de la edificación se
ha atribuido frecuentemente —y de forma errónea— al arquitecto Félix Candela, cuando en realidad los arquitectos a la cabeza del proyecto fueron Leónides Guadarrama y Alfonso Ramírez Ponce, este último fue el encargado de su diseño, cuando tenía apenas 24 años.
Aunque Candela no estuvo directamente involucrado en la obra, Guadarrama y Ramírez Ponce
han admitido la influencia de su trabajo, el cual conocieron de primera mano cuando fueron estudiantes de la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM, donde el arquitecto era profesor. Interesados en la ligereza, economía y eficiencia de las estructuras, Guadarrama y Ramírez, también inspirados por las creaciones de Mies van der Rohe, propusieron un paraboloide hiperbólico que se asienta sobre el edificio y se abre hacia el lago, considerado como el verdadero protagonista del proyecto. Así, situarse en este espacio implicaba observar el espectáculo natural del paisaje, al igual que sucede con el escenario de un teatro.
El surgimiento de LAGO/ALGO, gestado en el contexto de la pandemia, es un esfuerzo por impulsar la gastronomía y el arte con una perspectiva reflexiva sobre los modelos de consumo actuales, la relación con el espacio público y la naturaleza.
Tras las múltiples modificaciones e intervenciones que ha sufrido la magnífica construcción que lo aloja (lo que alteró considerablemente su diseño inicial), la intención de este proyecto ha sido incorporarla a la totalidad de la propuesta y restaurarla, en colaboración con el estudio de arquitectura Naso, para devolverle su esencia y esplendor originales.