Editorial

DEFINIR…

Un gran amigo lector me dice que en estas más de 30 colaboraciones he sido un “aforista” lo que significa ser tres cosas que no me gustan: doctrinal, predicador y declarativo, y tres cosas que si me gustan: sucinto, poético y lacónico. Si todo esto implica ser minimalista me identifico pues denota respeto al tema y al lector, pero no deseo llegar a pontificar ni a crear opinión. Y remata con la frase de Leonid Sukhorukov: “Un aforismo es una novela en una línea” La palabra aforismo viene del griego y significa: definir. Siempre hay algo más que descubrir, algo más que conocer, aun descansando, que no significa no hacer nada sino cambiar de actividad
pues la mente nunca para, es un portento de la naturaleza, un baluarte ambivalente que puede ser un motor o un freno. Cuando alguien dice “pero si esto no tiene chiste” de inmediato le pierdo el respeto, cada actividad por pequeña que sea merece respeto pues está sustentada en claves y acciones producto del trabajo arduo y de la propia experiencia

La gente quiere constantemente tener experiencias nuevas, aplicaciones recreativas, cada vez somos más conscientes de nuestro tiempo limitado. Es tan poco y tan endeble lo que podemos dejar de nuestro paso en el tiempo que nada parece ser significativo, tal vez, y de un modo muy limitado, intervenir o promover el diseño y construcción de edificaciones de espacios físicos; casas, edificios, parques, vialidades, etc. pueda significar dejar una huella temporal, una memoria sólida, claro, si ello cuenta con cuidado y calidad de concepción y ejecución. Para esto siempre es mejor asesorarse de un buen arquitecto desde el inicio de un proyecto, en el que probablemente las primeras ideas, líneas y trazos se irán derrumbando dando paso a conceptos más razonados y que hayan resistido pruebas, opiniones y revisiones de viabilidad y certeza, en donde el espacio se pueda desdoblar, abierto, ligero y flexible, y en donde la duda permanente del valor asignado sea el motor de la acción. La agonía y el éxtasis de Miguel Ángel. No olvidar que no vamos a vivir 200 años, hay prisa. Decía Flaubert: El futuro nos tortura, el pasado nos encadena, y es por eso que se nos escapa el presente.

Sobre la prohibición de las bolsas de plástico en las que te entregan tus compras en los autoservicios, repito, no son las principales culpables de la contaminación por plástico en los mares, los verdaderos culpables son los arreos de pesca: redes, sedales, cuerdas etc. que colaboran con más del 46% a este problema. Además las bolsas son reciclables, todos las usamos para la basura doméstica, o sea que tienen varios usos y confinan y empaquetan
nuestros desperdicios.

Al ser perceptivo, nada te cuesta alegrarte del éxito ajeno, siempre que sea auténtico; que bien se te ve ese peinado, esa corbata, tratar de entender y atemperar la maldad, que también es parte de la condición humana, desenmascararla, demolerla. Como con las mujeres, uno no elije las cosas en las que uno cree, ellas te eligen a ti. No puedes elegir que no te hagan daño, pero si puedes elegir quien te lo haga. Si quieres ver el arcoíris debes enfrentar la lluvia. Por efecto del calentamiento global, se deshielan y se resquebrajan los icebergs en las zonas costeras al sur de Groenlandia, de no detenerse esto el nivel del mar aumentará hasta unos 7 metros, afectando a 1 de cada 10 habitantes del planeta, con todas las consecuencias que esto conlleva. Este derretimiento está avanzando 3 veces más rápido que hace 10 años.

Los estúpidos están seguros de todo, los inteligentes están llenos de dudas. (Bertrand Rusell)


Jaime Claudio Pérez

Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar