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Remodelación de la Plaza de la Constitución (El Zócalo) en la Ciudad de México

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El proyecto de remodelación de la Plaza de la Constitución (El Zócalo) Ciudad de México se llevó a cabo en el año 2018, siendo el resultado de un concurso lanzado por el Gobierno de la Ciudad de México y Obras Públicas de la Ciudad de México, el cual costa de una superficie de 46,800 M2.

La propuesta ganadora fue diseñada por la oficina de Lucio Muniain et al quien con FUNDAMENTAL, desarrollaron la expansión de la plaza como área peatonal rediseñando los accesos a la misma mediante elementos de iluminación urbana y guías táctiles para débiles visuales, garantizando el acceso para personas con alguna discapacidad motriz.

De la misma forma se vigiló la cualidad cambiante de las actividades que alberga este espacio a lo largo del año. El proyecto demandó un seguimiento y acompañamiento puntual de cada una de las propuestas de intervención por parte de dependencias y organismos como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como un consejo ciudadano.

Las primeras intenciones según lo explica Lucio Muniain para este proyecto fueron: a) transformar el Zócalo en peatonal y lograrlo en dos fases (hoy está construida solo la primera fase), b) crear un sistema y solución de drenaje de agua pluvial, c) colar en sitio losas de concreto con un f’c tal que pudiera soportar cualquier evento o instalación y d) crear un sistema para poder anclarse a la plancha sin perforar la losa de ninguna manera.

De esta forma se liberó espacio en el Zócalo, interviniendo lo menos posible con elementos como jardineras, árboles, espejos de agua, esculturas y diseño de pavimentos para que el espacio por sí mismo tuviera la flexibilidad para ser usado como se requiriera.

Por otro lado, la segunda fase de desarrollo del proyecto consta en convertirla completamente peatonal. Esto se logrará extendiendo la plancha ya remodelada hasta los paramentos de los edificios en sus cuatro sentidos. Con ello, se busca crear una sola textura en la plaza que unifique las cuatro fachadas.

Por su parte, como lo explica el equipo de diseño «los automóviles podrán circular solo en ocasiones especiales, ya que existirán unos pequeños bolardos de una pulgada de alto que delimitarán las vialidades vehiculares.» Se espera que las obras de la segunda fase se inicien en el año en curso.

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