Editorial

DEL PASMO AL FASTIDIO

Desde la tristeza de los malos tiempos, de las nubes negras, de los pocos resultados, cuando escasean las buenas noticias. Quisiera escribir sobre el amor, la familia, los logros humanos, y no sobre las crecientes amenazas a la vida como la conocemos, con la confianza de entender, aceptar y utilizar los alcances tan limitados que tenemos ante lo que sucede en estos tiempos oscuros. De verdad que ya no quiere uno ni abrir el periódico. Solo te agría el día. Y cuando el tiempo está nublado, es mejor no voltear a ver al cielo, pues no se vale decir que vamos en ruta de colisión, que todo va de mal en peor, cuando el reto es cómo encontrar los pequeños esfuerzos que logren evitarlo. Esto a pesar de que cada noche aceptas morir por unas horas, sin saber si regresaras o no de ese sueño que puede no ser tan provisional. Son los eternos fantasmas que nos habitan.

Esperamos que al acomodar las piezas de la mejor manera posible, se dé el resultado deseado, pues venimos de una generación que no sabe ni dar ni recibir amor, y sobrevivimos gracias al egoísmo, al miedo a la libertad y a la inseguridad. Es imposible saber qué es lo que hace que te inspire confianza, o que le inspires confianza a una persona, con solo haberla visto una vez. Es el olfato? La fijación de un arquetipo? La vulnerabilidad del momento? De igual manera, es un misterio el cómo te ves tú mismo, al cómo te ven los demás, pues sin poder dejar de ser y sin saber realmente quién eres tu saber no es tuyo, debes ofrecerlo a los demás, ya si lo quieren o lo aprovechan es otra cosa. Algunos hasta podrán darle valor y pagar algo, otros no, eso no importa, lo que sí es que debe está disponible. Y no se puede pagar más que de la misma forma a quien sin conocerte te regala la confianza de su amistad y su sonrisa. No puedes ser más que un caballero

Y aunque una cosa es reconocer un logro, y otra muy diferente es adular sin reservas, el culto excesivo a lo digital puede ser simplista y excluyente. No se debe menospreciar lo hecho a mano, es una falta de reconocimiento a las habilidades naturales del ser humano. Se dice que “hand made is brain made” El culto a lo digital en el diseño arquitectónico por ejemplo, parece que viene de la incapacidad de la mayoría de los nuevos arquitectos de dibujar a mano, con papel y lápiz. Sin una computadora en la mano no pueden expresar sus ideas. No siempre lo digital es mejor.

Puede no haber orden, pero siempre debe haber rigor. El problema de tener muy hechas las rutinas es que de pronto no te acuerdas si ya hiciste esto o aquello. Cosas que son tal vez un poco demasiado personales. Y aun con visiones compatibles no me gustan las cuentas regresivas, pues las inminencias son estremecedoras, y como quiera el momento va a llegar. Es como querer controlar todo sin responsabilizarse por nada. Y al ser estimulante el trabajo y la agonía de estar buscando la palabra precisa que le dé el peso y la contundencia a la idea, donde parece que es cuando aparece la inteligencia ligera, en la que las decisiones llegan discreta y calladamente.

Admirable y estimulante es la amistad entre madre e hija. Siempre es algo que se va generando desde la infancia hasta la madurez. Pueden ser muy diferentes entre ellas, pero cuando se complementan y moldean una a la otra con inteligencia y sensibilidad – y mejor habiendo intereses comunes – surgen los legados trascendentes de recuerdos y vidas inspiradoras, Y es cuando se manifiestan la dinastía y los legados, que se renuevan con las nietas.

Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar