Urbanismo y Construcción

Kambra / Lucija Penko + Medprostor d.o.o.

El proyecto está ubicado en la región de Karst en Eslovenia, donde el clima es mediterráneo y el paisaje rocoso y seco, cubierto solo por interminables extensiones de bosques y viñas.

El antiguo granero abandonado se encuentra en el centro de un pequeño pueblo, con paredes que se van curvando a medida que se avanza por el estrecho camino entre las casas. Parece haber surgido de una roca, orientada hacia el sudoeste hacia un jardín cerrado y sobre las colinas de la ciudad de Trieste.

La renovación de la casa se abordó con consideración y cuidado, tratando de mantener la mayor cantidad posible de elementos originales; las ventanas de piedra y los marcos de las puertas, la estructura del techo de roble, la fachada desgastada y todas las adiciones de ferretería revelan que alguna vez este espacio fue hogar de una vaca llamada Sivka (Lavanda). También le dimos un nombre al lugar; Kambra, que es la palabra vernácula local para una sala de usos múltiples, típica de la planta baja de la casa tradicional Karst.

En el jardín trasero, se construyó un nuevo edificio de apoyo para complementar los espacios de Kambra. El espacio generado por los dos volúmenes configura un patio protegido, reinterpretando esta tipología local tradicional y convirtiéndola en el corazón del nuevo proyecto.

Los principales materiales incorporados en la renovación del edificio son bastante simples y duraderos; este es un espacio táctil, una experiencia sensorial relacionada con los materiales: una base de hormigón, detalles de hierro y superficies de madera de roble suave.

La solidez de los materiales utilizados tiene que ver con el paso del tiempo y cómo esta estructura lo ha resistido, celebrando sus marcas y cicatrices. El concreto utilizado dentro del antiguo granero complementa perfectamente la materialidad de la piedra. Desde el exterior, la nueva estructura hecha de concreto expuesto se asemeja y complementa el volumen principal, inclinándose hacia su pasado e inspirando su futuro.

El granero ha envejecido y resistido en los últimos 400 años. Su continua transformación inspiró nuestro proyecto. El nuevo edificio de concreto también envejecerá y sufrirá la acción del tiempo. Como una roca, se convertirá en parte del paisaje, acercándose cada vez más a su fuente de inspiración, y el tiempo continuará desempeñando su papel, transformando continuamente la arquitectura hasta que se la tome por completo.

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