Una gran mesa con forma de árbol celebra el sentimiento de comunidad
La pieza tiene capacidad para que puedan sentarse varios grupos y en la parte que sería la «copa» del árbol, la altura es menor para adaptarse a los más pequeños.
«Tenía muchas ganas de crear un lugar hermoso para que las personas pasen tiempo y los niños lo recuerden», afirma el artista Michael Beitz, creador de la obra. En realidad, el diseño de la mesa «Tree Picnic» tiene unos 6 años, siendo la contribución de Beitz a un a un proyecto comunitario titulado ArtFarms en Buffalo, NY.
«Me pidieron que creara una «estructura de cultivo» para hortalizas, pero decidí diseñar una mesa con forma orgánica para que actuara como tal para las personas que estarían rodeadas de un huerto de manzanas», cuenta el artista.
Beitz comenzó dibujando la forma del árbol en una gran loza de cemento, y luego pegó los tablones de madera y cortó las formas para que encajaran una al lado de la otra. Su objetivo principal era crear un espacio bonito para que las personas pasen tiempo con su familia: «Quería que los árboles frutales crecieran mientras a la mesa misma se le empezara a notar el paso de los años. La intención detrás del concepto de la tabla del árbol en sí es expresar una sensación de tiempo y crecimiento de la familia / comunidad», explica el artista.
Dos meses de trabajo le llevó a Michael crear esta original pieza elaborada con una madera de pino suministrada por un maderedo local conocida como Beetle Kill, también llamada madera muerta, debido a que los escarabajos de su corteza tienen un hongo que cambia el color del árbol en tonos inesperados como el azul, morado, rosa o naranja.
«Tree Picnic» es una representación de la familia, sea cual sea nuestra definición de ella, expresada conceptualmente a través de mobiliario. Una reprodución del árbol genealógico de una familia (de sangre o no) y una mesa destinada a unir a la gente.
«Mi esperanza para el futuro del huerto era que se convirtiera un hermoso lugar para reunirse», explica Beitz. «Imaginaba eventos como reuniones familiares, juntas comunitarias, eventos de recaudación de fondos y encuentros amistosos».
El diseñador afirma que disfrutó mucho del proceso de creación y producción por ser diferente a todo lo que había hecho hasta el momento y en estos momentos no puede haber tomado más sentido. Pues es un reflejo del momento en el que vivimos: juntos, pero manteniendo las distancias.
