Editorial

PERDER…

La naturaleza de lo verdadero se trasluce ya en el cuidado que toma en ocultarse (Claude Levy Strauss)

En la final de tenis de Wimbledon Inglaterra,  uno de los 4 grandes torneos, Roger  Federer  de 38 años, fue derrotado por Novak Djokovich de 34. Ha sido la final más larga de la historia con casi  5 horas. En entrevista  le dicen: “un partido inolvidable, Roger” (claro que lo fue para el tenis  mundial)  y contestó: “yo lo quisiera olvidar”, había perdido.                   

Un proceso de nobleza y humanidad mostró lo tremendamente competitivo del deporte de alto nivel. La peor derrota viene después de una gran lucha. Al final todo termina en tragedia. La felicidad es posponer y burlar ese terrible momento inevitable e ineludible. Dos guerreros, dos gladiadores. Haber hecho un esfuerzo sobrehumano y haber fracasado, es la historia de todos, un terrible balde de agua helada sobre tu cabeza. El corazón es enemigo del cambio.

Cuando una aeronave entra en “perdida” no hay remedio, se va a desplomar, son los ciclos y altibajos  de cualquier proceso. Héroe es aquel que actúa cuando los demás no hacen nada, y sus logros son recibidos con indiferencia. La condición humana está siempre presente.

Nos está haciendo falta una película como aquella de “A day after” (Un día después) sobre el holocausto nuclear en la guerra fría. Pues ahora tenemos una catástrofe en puerta, y no hemos conseguido crear conciencia sobre lo que se avecina. Es tal el problema que aunque suene  absurdo, tal vez , estabilizar el crecimiento de algunas  economías, para reducir la contaminación , y al moderarlo con una actitud frugal de reducir el consumo de objetos, incrementando  simultáneamente su calidad, esto es que los flujos económicos no cambien demasiado,  reduciendo la aparición de objetos nuevos, y  produciendo menos, pero con mayor calidad y durabilidad.  Vivimos en una gran inconciencia colectiva, dando tumbos con los ojos y oídos tapados  por nuestras  propias manos.                                                     

China, uno de los principales contaminadores del  aire por la quema de combustibles fósiles, ya está construyendo casi una decena de plantas nucleares para ir reduciendo la quema de carbón que hoy contribuye enormemente al calentamiento global. Ojalá entren en operación a tiempo,  antes de que sea demasiado tarde.  Pues cuando algo va mal, siempre puede ir peor.

En 1650 Holanda era el mayor exportador de esclavos de África hacia América, los cambiaban por  café, azúcar, cacao, arroz, etc.  que llevaban a Europa. Se convirtió en un gran negocio; cazarlos e intercambiarlos para obtener bienes. En un par de  siglos llevaron a más de 20 millones de esclavos  a América del norte y del sur. Era el siglo de los viajes, y también,  los europeos viajaron al Pacífico sur, la India, Australia, Egipto, y robaban todo lo que pudieron. Basta ver los museos  de  Europa.  No pagaron nada por todo lo que está ahí

Los grandes negocios mundiales siguen estando alrededor de la explotación de combustibles fósiles,  que son los que están envenenando el aire que respiramos todos, seguimos viviendo en  el corto plazo y contribuyendo al calentamiento global. Varios problemas mundiales van ya en ruta de colisión simultáneamente, lo que nos  hace vislumbrar una próxima  crísis múltiple; migración,  pauperización, contaminación, cambio climático, etc. Nos hemos visto indiferentes, fríos  y egoístas que solo nos preocupamos de bardas para adentro. Que ruede el mundo…    

La desesperación de saber que por más que te preocupes por el futuro de tus hijos y nietos, poco  puedes hacer para cambiar las cosas. Quisiera estar narrando la historia que no fue. Hoy todo mundo quiere resultados rápidos, la paciencia parece haber perdido vigencia. El privilegio de envejecer, que es lo único seguro e inevitable que tenemos. Lo puedes sufrir o lo  puedes disfrutar, con todas las limitaciones del caso. Lo puedes retrasar con la disciplina de memorizar pequeñas tareas que mantengan alerta al cerebro, así como ejercitas tu cuerpo.

Ubicarse de acuerdo a la edad pues las ganas no son una cuestión de edad, y luego, morir en el anonimato,  sin documentación o reconocimiento  público de logros, fracasos y experiencias, sólo tu efímera memoria. Cuantas cosas quedaran  en el olvido!                                                                       

Todos los días son diferentes, no hay uno igual

  • Jaime Claudio Pérez García



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