Urbanismo y Construcción

Una casa para conectar con la naturaleza, por el arquitecto ruso Alex Nerovnya

Ubicada en un entorno salvaje, aislada en medio de un bosque en una pequeña pendiente se nos antoja el lugar perfecto para estar en otoño.

Realizada en vidrio, acero y madera laminada, el proyecto tiene la firma reconocible del arquitecto, quien acostumbra a utilizar una geometría sencilla de materiales orgánicos en entornos naturales. 

Casa York -este es su nombre- ha sido concebida como un lugar donde alejarse por unos días o durante las vacaciones del ajetreo y bullicio diario de las grandes ciudades y los ritmos de vida acelerados. Es perfecta para familias grandes o grupos de amigos.

La casa tiene cuatro habitaciones con baño con capacidad para 8 personas y espacios comunes, tanto interiores como exteriores, pensados para disfrutar del paisaje y saborear el tiempo. Con terrazas de varios niveles y enormes puertas corredizas de vidrio, Casa York forma parte del entorno y el entorno forma parte de Casa York en perfecto sintonía.

Debido a su ubicación en esta pequeña colina inclinada, las habitaciones de los tres pisos de la casa cuentan con ventanas panorámicas que permiten a sus habitantes disfrutar de unas impresionantes vistas. 

Diseñada con un techo a dos aguas dividido en dos por un bloque central, el resultado es un aspecto fresco y diferente. En el interior, las superficies están acabadas con paneles de madera chapada, lo que permite un uso más libre de la luz difusa dentro de la casa y un ambiente muy acogedor. Nosotros ya nos imaginamos ahí con la chimenea encendida, un buen libro, buena música y mejor compañía.

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