Urbanismo y Construcción

Casa Huolpoch / Workshop, Diseño y Construcción

Casa Houlpoch es una antigua casona Yucateca de finales del siglo pasado que obtiene su nombre por una serpiente de la región que “visitaba” regularmente las ruinas de la propiedad. La sala, en tonos pasteles, cuenta con mobiliario moderno y casual, integrando vegetación y obras de arte, como un juguetón Timoteo en la mesa central y un cuadro de Pedro Friedeberg sobre el sofá, coronando el espacio. La cocina, con recubrimientos en pasta y cuarzo, cuenta con una reinterpretación de las antiguas campanas yucatecas sobre la estufa. Las lámparas colgantes armonizan el espacio y se integran al mobiliario de madera como los bancos de tzalam y al comedor, el cual que fue traído desde Mozambique, país donde residieron los propietarios neerlandeses antes de establecerse en la península yucateca.

© Tamara Uribe
© Tamara Uribe

El comedor se conecta a la terraza por medio de un ventanal, generando una sensación de amplitud y claridad donde las visuales se fugan hacia los exteriores.  Es en este último espacio donde por medio de la decoración y el mobiliario, convergen las tres culturas con las que se identifican los propietarios, la mesa, su centro de mesa, y el tambor, fueron traídos desde Mozambique, así como los patrones en tela que envuelven dos sillas Utrecht del diseñador y arquitecto neerlandés Gerrit Rietvelt. Sobre el sofá descansa un cuadro del artista mexicano Fernando Andriacci y del lado opuesto destaca una cabeza de vaca adornada con cuentas del arte huichol y justo debajo una tradicional bicicleta holandesa con los colores de la Prinsenvlag.

© Tamara Uribe
© Tamara Uribe

En el patio central, una piscina de chukum rodea los vestigios en piedra de una antigua estructura colonial donde un gran árbol de álamo genera con su fronda un espectacular juego de luces y sombras, creando la atmósfera perfecta para albergar una cocina al aire libre. La volumetría de la parte posterior de la propiedad se lee como un diseño totalmente disruptivo con respecto a la parte histórica de la residencia en donde los escalones al segundo nivel (donde se encuentran dos habitaciones y una terraza) fungen como como eje visual y como elemento escultórico, convirtiéndose en el sello distintivo de su arquitectura por su dinamismo. El “serpenteo” con el que inician las escaleras de Casa Houlpoch toma como inspiración la milenaria escalinata del antiguo templo de Kukulkán (Serpiente emplumada y dios en la mitología maya) en Chichén Itzá.

© Tamara Uribe
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Planta baja
Planta baja
© Tamara Uribe
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Con un diseño mucho más sencillo, la recámara principal en el primer nivel, cuenta con una cabecera hecha de pisos de pasta sobre la cual descansa un cuadro de Neon Caron. Las visuales desde la cama, se fugan a un jardín interior, a la alberca y a los jardines tropicales. En Casa Houlpoch se busca respetar y rescatar los valores históricos de la arquitectura colonial yucateca, combinándolos con detalles y volumetrías contemporáneas; y con las comodidades de la vida actual, de una manera reinterpretativa, pura y sobria, creando diferentes atmósferas para relajarse, para convivir y para disfrutar de los exteriores en el cálido clima peninsular.

© Tamara Uribe
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