A pesar de que el sistema Pantone existe hace más de 50 años, su precedente se encuentra en un libro escrito a mano hace más de 300 años, sin embargo, este nunca fue tan popular como en Pantone debido a que solo existía una copia de dicho ejemplar.
El sistema Pantone permite identificar y clasificar los colores para impresión a través de un código determinado para favorecer y estandarizar la comunicación entre diseñadores, artistas o arquitectos. La importancia de la clasificación radica en que los colores suelen variar en las pantallas o monitores de las impresiones dependiendo de los programas, aplicaciones o configuraciones de luz de las mismas.
Este sistema fue creado por Lawrence Herbert en 1963 y actualmente es una empresa que produce Guías o Cartas Pantone, tiras de cartón de determinado gramaje y textura con la impresión de una muestra de color, nombre y fórmula para obtenerlos. Hasta antes de la regulación de Pantone era sumamente difícil homogeneizar los diseños o llegar a una idea artística concreta, la falta de clasificación formal de los dibujos dejaba mucho espacio para la libre interpretación.
Sin embargo, hace 327 años un hombre intentó hacer una guía de colores y tonos a partir de un profundo estudio, a este hombre se le conoce como A. Booger y el nombre del libro donde se concentra su clasificación corresponde a Traité des Couleurs Servant à la Peinture à l’Eau, es decir,Tratado de los colores utilizados en las acuarelas.
En este estudio de 900 páginas pintadas y escritas a mano en 1692, describe el uso del color en la pintura a la par de la creación y técnicas necesarias para lograr ciertos matices o is degradando las tonalidades de los colores al añadir agua. Según Eruk Kwakkel, experto en libros medievales, este texto fue creado como una guía didáctica, sin embargo su éxito y conocimiento fue frustrado debido a su naturaleza, ya que sólo existía una copia del mismo, lo cual impidió que la gente lo conociera y lo utilizara como un referente.
Actualmente Traité des Couleurs Servant à la Peinture à l’Eau se encuentra en la Biblioteca Mejanes en Francia, aunque también existe una copia digital libre en internet.