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Conoce estas cabañas a la orilla del mar

El proyecto nace como una segunda vivienda costera. Estas dos cabañas para dos personas se ubican en Matanzas, Navidad, en la VI Región de Chile, a 2 horas y 30 minutos de Santiago. Se emplazan a 60/80mts por sobre el nivel del mar en la ladera del cerro Lagunilla de Matanzas, frente a la» Lobera», un gran macizo rocoso en el mar, donde habitan lobos marinos y otras especies autóctonas.

Matanzas se ha transformado en uno de los principales polos de atracción mundial para deportes como Kitesurf y Windsurf, gracias a sus excelentes condiciones de oleaje y viento. Estos fueron sin duda factores relevantes en el desarrollo de la propuesta.

El proceso de diseño se planteó como una oportunidad de experimentación, buscando una propuesta que logre dominarla pendiente y fundir la arquitectura con la naturaleza.

Las cabañas “La Loica” y “La Tagua”, bautizadas con nombres de aves chilenas, se posan sobre la quebrada con una estructura de pilares de madera que permiten consolidar una plataforma principal, sobre la cual se dispone el programa.

Cada cabaña se resuelve en pocos metros cuadrados, entregando un total de 20m2 construidos interiores a “La Loica” y 25m2 interiores para “La Tagua”.

Un gran mono-espacio tipo Loft, conecta visual y espacialmente todos los recintos interiores. En el nivel de acceso se dispone el estar- comedor, cocina y baño –desarrollado con un mobiliario que se incorpora en la arquitectura, permitiendo optimizar el recinto. En su fachada poniente se montan grandes ventanales, realzando el vértigo de estar suspendiendo sobre el mar, dominando el horizonte.

En ambas cabañas, el dormitorio principal se ubica en el nivel superior, al que se accede por una escalera vertical tipo barco, conectado espacialmente con el resto del programa a través de una doble altura. Este recinto busca enmarcar y dirigir las vistas, apuntando y mostrando hacia el sur el gran morro arbolado y mirando hacia el norte la gran roca/Lobera en el mar.

Las puertas de acceso de cada cabaña se abren de par en par hacia las terrazas dispuestas en la cara norte, con el objeto de conectar el interior y exterior, y lograr una extensión e interacción de los programas. Esto permite que el edificio funcione como protección del fuerte viento que sopla desde el sur poniente, consolidando un gran mirador exterior.

Los edificios están construidos completamente en madera, con una estructura principal de pino impregnado, secado en cámara, lo que mejora su desempeño en el largo plazo. Para los revestimientos interiores se propuso tablilla de madera de pino de ½”x 3”, y el revestimiento exterior se trabajó con una tabla de durmiente de roble reciclado. Este material inerte es tratado con un aceite derivado del petróleo, lo que proporciona estabilidad y resistencia frente a la corrosión marina, junto con entregar una imagen rústica que se funde con el paisaje.

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