Urbanismo y Construcción

Nia School, un espacio donde la arquitectura libera el potencial creativo

La arquitectura y el diseño de espacios educativos conlleva una gran responsabilidad, pues tienen la capacidad de potenciar la actividad mental —o todo lo contrario— a través de sus estructuras, colores y composiciones.

Sobre todo cuando se trata de espacios educativos para niños pequeños, cuando su desarrollo creativo es aún más profundo, la arquitectura en las escuelas y colegios donde pasan gran parte de su tiempo, es todavía más importante. Aquí toma un papel significativo el crear espacios dinámicos, divertidos, luminosos y coloridos para fomentar el desarrollo de las mentes en su etapa de mayor crecimiento. Entendiendo este compromiso con las nuevas generaciones, los arquitectos de la firma Sulkin Askenazi, dirigida por Gabriel Askenazi y Jack Sulkin, desarrollaron la arquitectura interior de Nia School en la Ciudad de México y, como en todos los proyectos que llevan a cabo, basan la metodología de trabajo en su compromiso por mejorar el entorno, generando una experiencia sensorial en sus usuarios.

En 600 metros cuadrados, los arquitectos de Sulkin Askenazi buscaron crear un diseño que apoye el crecimiento para niños de 2 a 8 años de edad, mediante ambientes que les permitan desarrollaron sus habilidades a través del aprendizaje interactivo. El campo les da la oportunidad de moverse libremente entre los diferentes espacios flexibles, cada uno de ellos pensado para desarrollar una aptitud diferente; el escenario cuenta con espacios de movimiento para ejercitar el cuerpo y la mente, así como dos salones de aprendizaje que integran a la naturaleza en los espacios interiores.

estantes para niños en escuela montessori

La recepción cuenta con mobiliario ergonómico también pensado en el crecimiento intelectual de los niños, por ejemplo capullos de madera, asientos que se asemejan a la naturaleza y estantes a diferentes alturas con libros que permiten al espacio convertirse en una estación de aprendizaje en todo momento. Los sistemas de iluminación también fueron diseñados para crear ambientes cómodos y naturales.

jardín del colegio Montessori Nia School

Los salones de clases cuentan con estantes por medio de módulos geométricos de madera para material de aprendizaje y un espacio de lectura cálido con tapetes hexagonales en el que se forma un ambiente de aprendizaje orgánico.
El salón sensorial, de movimiento y convivencia se alcanza por medio de un ambiente de juego que se logra a través de la exploración, la experimentación y el descubrimiento. Se utilizaron materiales suaves al tacto como el corcho y la madera de encino para alcanzar un aprendizaje con el juego dinámico por medio de diferentes elementos que están hechos para que los niños exploren, escalen, salten y armen, desarrollando así diferentes habilidades.

salón de juegos para el aprendizaje en colegio montessori

A pesar de que el trabajo dentro de un Montessori ya ofrece un aprendizaje personalizado al permitir que cada niño trabaje en el material que desea y a su propio ritmo, en Nia School impulsan a que los niños se vuelvan autodidactas a través del dominio total y la aplicación práctica. Debido a eso, su propuesta educativa se enfoca en impulsar el desarrollo del niño en diversas áreas de conocimiento incluyendo: la expresión artística y corporal, el movimiento, el contacto con la naturaleza y el mundo exterior, la tecnología y el inglés, lo cual no se puede lograr sin un equipo capacitado pero tampoco sin un espacio capaz de estimularlos.

Con este proyecto la firma Sulkin Askenazi pone de manifiesto la importancia de un diseño estudiado y pensado en pro del crecimiento de los seres humanos.

Texturas y estructuras dinámicas para un aprendizaje integral
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